«A algunos, que una mujer les de órdenes parece que no les gusta»

Rosa Estévez
rosa estévez CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

cedida

26 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

maría casado

Hace unos meses, los alumnos más pequeños del colegio Torre-Illa participaron en un proyecto, Educando en Igualdade, con el que se pretende romper estereotipos, ayudando a construir un futuro mejor. Una de las participantes en aquella actividad fue María Casado, Gardapesca en la cofradía de Cambados. «Antes de que entrásemos en el aula, les hablaban a los niños del trabajo que hacíamos. Y cuando entré yo, me di cuenta de que esperaban a un hombre. Iba de uniforme, y decían que era una mujer disfrazada». Pero nada más lejos de la realidad. Casado es una de las dos mujeres que forman parte del servicio de vigilancia de las cofradías del Sur de la ría.

-No es un ámbito en el que sea fácil encontrar mujeres. ¿Cómo llegó usted a este oficio?

-Pues, la verdad, de casualidad. Yo me saqué el título de vigilancia privada y estaba trabajando en un hipermercado. También estuve en las obras del AVE, en Bamio... Algunos de mis compañeros empezaron a sacarse el curso de Gardapesca, y me apunté. Como también tenía el de patrón portuario y de pesca, cuando me hablaron de que hacía falta gente en esta zona, me presenté. Entré y, desde entonces. La verdad es que el mar me gusta mucho; me viene de familia.

-¿Es difícil para una mujer ejercer el cargo de guardapesca? ¿Le reconocen su autoridad?

-No es fácil. Con los hombres parece que la gente se corta un poco más, pero también es verdad que cuando las cosas se ponen mal, también es más fácil que salte la violencia. Las mujeres somos más de hablar... Y la verdad es que me han insultado y amenazado. Pero enseguida les hago entender que por ahí no paso. A mí no me pueden insultar, estoy haciendo mi trabajo. Nos atacan más cruelmente cuando estamos solas, y si hay más hombres delante, peor. Algunos se ponen muy gallitos. Como eres mujer, se creen que saben más que tú y que te pueden pisar. En cuanto te pones firme, muchos dan marcha atrás e incluso se disculpan. Pero la verdad es que hay muchos, sobre todo los de más edad, que no llevan bien que les des órdenes, y que se enfrentan y se rebotan más con las mujeres.

-En todo caso, el trabajo no es fácil...

-Como se suele decir, es un trabajo que tiene que gustarte. A mí me gusta el mar y me gusta lo que hago. Pero a veces es duro. Cuando tienes un enfrentamiento, o cuando te encuentras con furtivos... Alguna vez me han llamado a mi teléfono para decirme ‘sé que tienes hijos’. Yo ese tipo de cosas no las paso por alto.

-Hay muy pocas mujeres Gardapesca ...

-Sí, es una cantidad mínima. En el tema de la igualdad, en este terreno, hay mucho que andar. Yo no puedo quejarme, porque me he encontrado con buenos compañeros y en la Cofradía de Cambados cobramos lo mismo que los hombres, pero no en todos los lados es igual.

-¿Qué tal acogieron sus compañeros? ¿Ha tenido algún problema para encajar?

-Pues la verdad es que no. Yo soy muy clara, cuando llego a un sitio marco enseguida los límites: si tú me respetas, yo te respeto. Y me ha funcionado. Una vez un compañero me envió por whatsapp unos contenidos que no eran apropiados. Lo corté enseguida. Le dije que esos mensajes, a mí, no. Nunca más tuve problemas.