Julia González: «Aproveché la polémica por las casetas y quise ponerlas en valor»

Bea Costa
bea Costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

BEA COSTA

Esta cambadesa, buena conocedora de la fiesta, ha diseñado el cartel del certamen

19 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Estudió Comunicación Audiovisual en Santiago e hizo un máster sobre dirección de arte publicitaria en Vigo, pero llegó al mundo de la cartelería desde el autodidactismo. Ya había participado en otras dos ocasiones en el concurso de la Festa do Albariño. A la tercera fue la vencida. Su diseño ha sido el elegido para ser la imagen de la edición número 66 de una fiesta que nunca se pierde. Como buena cambadesa, el Albariño es sagrado, aunque este año, sus obligaciones laborales no le dejarán saborearlo todo lo que le gustaría. Ahora está centrada en el sector de la edición de vídeo, pero a sus 24 años no cierra ninguna puerta. Seguro que no será este su último concurso ni su último cartel. Además de ganar con el Albariño, en su haber tiene el premio de Xuventude Crea 2017.

-¿En qué se inspiró a la hora de dar con el diseño ganador?

-Aproveché la polémica que hubo este año por el horario de cierre de las casetas de A Calzada y quise ponerlas en valor. Quería alejarme de la zona de confort, de los elementos reiterativos en este tipo de carteles: la copa, las uvas, la botella y los elementos propios de Cambados. Cambados es precioso pero es más que la Torre.

-En dos días ya ha cosechado elogios y críticas. Supongo que se lo esperaba pero, ¿cómo lo lleva?

-Para gustos, colores, y para gustos, carteles. No digo que el mío sea el mejor, ya sé que no puedes contentar a todo el mundo. Las críticas no me afectan.

-¿Cuáles eran sus expectativas en el concurso?

-No contaba con ganar, me presenté para probar suerte. Por lo que sé hay otros muchos carteles con un gran potencial, en concreto, hay dos que me gustan mucho. Si no hubiese ganado el mío, yo tenía mis favoritos.

-¿Cómo ve la cartelería actual, innova o sigue atendiendo a los estereotipos clásicos?

-Se ve de todo. Ocurre en la publicidad, en el cine, en la música..., en el arte puedes hacer cosas evidentes o puedes darle una vuelta. En mi cartel rompí los esquemas de muchos porque quizá esperaban algo más cargado, más relacionado con el albariño. A mí, personalmente, me apetecía hacer algo distinto.

-¿Seguirá explorando en este campo?

-En función de si tengo tiempo libre. Esta vez me lo pude permitir. En el futuro..., supongo que sí, porque me gusta mucho.

-Hace hincapié en el tiempo. ¿Cuánto empleó en este trabajo?

-En ejecutar el cartel, no más de dos o tres tardes, pero sí le estuve dando vueltas mucho tiempo a la idea, bocetando, no en el ordenador sino sobre el papel.

«Para gustos, colores, y para gustos, carteles.

Las críticas no

me afectan»