«É impensable non falar de narcotráfico na escola»

Bea Costa
Bea costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

MARTINA MISER

Su centro de atención es ahora la lucha por la justicia social, pero sigue viajando y ha descubierto el golf

27 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Maricarmen junto o María del Carmen, cómo prefiere?, preguntamos. «Dáme igual, pero pon Durán Martínez, que teño nai». La coletilla la define. Feminista confesa es, además, otras muchas cosas: ecologista, pacifista, deportista, lectora, viajera… y sigue ejerciendo su vocación de educadora, aunque ya hace unos años que ha dejado las aulas. Cuando la llama la alcaldesa de Cambados para hacer de guía en la exposición Cen anos de feminismo pacifista -que se puede ver en el Concello estos días-, se brinda gustosamente a colaborar porque «a educación pola paz é un compromiso cidadá», dice.

«Sen educación non hai liberdade, toda a educación ten que estar acorde coa vida. Hai que coñecer os dereitos e os deberes das persoas e hai que loitar porque a xustiza sexa máis próxima e humana», reflexiona. Por eso no es casual que sea una de las fundadoras de la asociación Wilpf (un movimiento mundial que reivindica el papel de la mujer en favor de la paz y la libertad), ni la vicepresidenta de la Fundación Baltasar Garzón, que defiende los derechos humanos y la jurisdicción internacional. Quién le iba a decir cuando enseñaba Matemáticas en el instituto Asorey que acabaría sabiendo de leyes. «Esas eran cousas de avogados dicía eu».

Quizá Desperta actuó como espoleta. Maricarmen Durán formó parte muy activa del movimiento antidroga surgido en los años noventa, una plataforma desde la que vivió victorias y frustraciones. Por eso, aunque la asociación cambadesa pasó a la historia, siguen llamándola los periodistas para recabar su opinión sobre la reciente detención de Sito Miñanco y sobre el fenómeno que ha supuesto Fariña. Cree que la serie tiene aspectos positivos, pero lamenta que el juego entre realidad y ficción haya creado confusión y que no se haya contado la otra parte de la historia. «Fariña tiña que deixar entrever que había outro Cambados, o dos empresarios que aguantaron o tirón e os veciños que souberon sobrelevar a convivencia no pobo. Non sei se son heroes ou vítimas, pero estiveron aí», señala. «Hoxe vólvese escoitar na rúa que os mozos queren ser Sito Miñanco e fálase de crear rutas turísticas do narcotráfico..., disto xa prefiro nin falar», zanja con un gesto de hastío.

En su lugar, insiste, el foco debería ponerse en otro ámbito: la educación, de nuevo. «En Cambados é impensable non falar de narcotráfico nas escolas. Nunha charla á que acudín na universidade, un rapaz tomou a palabra para dicir que despois de vinte e cinco anos ninguén lle falara da operación Nécora…, iso non debería pasar». Y sobre la legalización de las drogas es rotunda. «Si, pero facendo as cousas ben».

Maricarmen es uno de los rostros conocidos de Cambados, y no solo por su implicación con temas sociales y sus apariciones en los medios de comunicación. Con 39 años de docencia a sus espaldas, se cuentan por miles los niños que pasaron por sus clases en los colegios de Corvillón, Magariños, San Tomé y en los institutos Ramón Cabanillas y Francisco Asorey.

Era la profesora de la bicicleta, porque hace tres décadas moverse a dos ruedas como hacía ella era una excentricidad. A estas alturas nadie se extraña de verla pedalear, caminar por esa playa de A Lanzada que tanto le gusta o pisar de arriba a abajo el paseo marítimo. «Camiño todos os días», explica. Lo que pocos saben es que también le da al golf. Fue un descubrimiento tardío que le permite hacer ejercicio, disfrutar de la naturaleza y socializar. «Gañei trofeos e todo», rebela. Aunque para tesoros, su álbum de fotos. «De feito estou pensando en facer unha exposición, cando teña tempo».

Su vocación viajera la ha llevado por todo el mundo. Su experiencia más auténtica la vivió en la India; de Montevideo se queda con la ilusión de ir a la tierra de sus admirados Galeano y Benedetti; en China le impresionó ver cómo derribaban el barrio francés de Shanghái y en Irán no se despegaba del velo. Se perdió más de una vez por esos mundos pero, pese a su escaso dominio del inglés, reconoce que siempre ha salido bien parada gracias a su capacidad para empatizar y comunicar con los demás.

En los últimos años vive el turismo desde otra perspectiva. La que le brinda la asistencia a congresos como al que acudirá en agosto en Ghana, que le dan ocasión de conocer el país y su realidad desde el punto de vista de las mujeres. En la cocina también se mueve como pez en el agua. Nos obsequia con un estofado de carne, receta de su madre, y un tiramisú, que tiene club de fans. «Teño un primo que di que é o máis rico que probou nunca», se jacta. Desde La Voz compartimos los elogios.