Otro de los distintivos que persigue el Concello de Cambados es la declaración de fiesta de interés turístico internacional para el Albariño. Con este fin está elaborando un dosier para completar el expediente sobre el que deberá resolver, primero, la Xunta de Galicia y, después, el Gobierno español.
El objetivo del grupo de gobierno era poder presumir de fiesta de interés internacional en la edición de este año, pero en poco más de dos meses va a ser difícil que los organismos públicos tomen una decisión al respecto. Todo indica que, en el mejor de los casos, habrá que esperar al Albariño del 2019 para poder presumir del sello internacional.
Pero en Cambados siguen trabajando. Para alcanzar el plácet de Santiago y Madrid es imprescindible que los ecos del Albariño traspasen fronteras. Sin duda, el principal aval es haber ejercido de Cidade Europea do Viño durante el pasado año, pero todos los recursos son pocos. Por ello, Cambados aprovecha toda ocasión que se le presenta para dar visibilidad a la fiesta fuera de España. Ayer hicieron un nuevo intento. El Concello invitó a un grupo de suizos, algunos descendientes de emigrantes gallegos, a disputar un partido de fútbol contra el equipo de Seixalbo, de Ourense, a propuesta del jefe de la policía local, Maximino Cid Ferro.
Antes de sudar la camiseta, la delegación -integrada por medio centenar de personas- fue recibida en el salón de plenos por autoridades locales y comarcales. Allí estuvieron el edil José Ramón Abal, el concejal de Cultura e Deportes, Víctor Caamaño, y el responsable de Turismo de la Mancomunidade do Salnés, Gonzalo Pita.
Tras el brindis oficial y el deporte, los visitantes tuvieron oportunidad de disfrutar de un viaje en barco por la ría y visitar una bodega con el fin de conocer, de primera mano, el sector vinculado al albariño.
La resolución del expediente está a expensas de sendos informes de
Madrid y Santiago