El Xuven aplasta bajo el aro al Navarra

Pablo Penedo Vázquez
Pablo Penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

CAMBADOS

MONICA IRAGO

El contundente dominio de los pívots cambadeses en las dos zonas cimentó la más cómoda victoria amarilla de la temporada, con Yago, Poyatos, Coby y Villarejo excelsos

23 feb 2018 . Actualizado a las 23:57 h.

Y sin Will Saunders, el Xuven Cambados consiguió su victoria más contundente de la temporada. 64-86 en la cancha de un Basket Navarra que en la noche del viernes ofreció una paupérrima imagen, muy lejos de la de un equipo con aspiraciones a billete en los próximos play-offs de ascenso. El enseñoramiento de los pívots amarillos en ambas zonas, y la incapacidad del equipo local de buscar una contramedida diferente a la del recurso al triple, con sus tiradores firmando 30 estériles lanzamientos desde más allá de la línea de 6,75 entre sus 42 intentos, dibujan las líneas maestras sobre las que se levantó el triunfo gallego.

Y eso que el Xuven pareció empeñado en jugar a ser su peor enemigo. Regalándole el dominio del marcador a su anfitrión en los trece primeros minutos a base de cuantiosas pérdidas de balón que neutralizaban la tiranía que Carlos Poyatos, pero sobre todo un imperial Yago Estévez, ejercía sobre el rebote, en un quinteto de salida en el que sorprendió la presencia del canterano Juan Carlos Paz como alero.

Estévez (21 puntos/11 rebotes) empezó a fraguar su condición de hombre del partido anotando los ocho primeros puntos cambadeses, y diez de los catorce del Xuven, en canastas fáciles bajo aro ante la inacción de sus pares (Kone, Adrián García, Cadot); en un primer acto con 18-14 final en el electrónico, que contrastaba con el 6-12 en el casillero reboteador. El veterano alero y capitán del Basket Navarra, Iñaki Narros, se antojaba la única preocupación real a neutralizar en defensa por los de Chiqui Barros.

La entrada de Jeff Coby en pista no hizo más que acrecentar el control del rebote por parte del Xuven. Y así, aunque Cadot arrancaba el segundo cuarto con un triple que ponía la máxima ventaja pamplonica del partido, 21-14, el Xuven no tardó en hacerse con el mando del electrónico. Precisamente, con dos puntos de Coby a 4.54 del descanso que ponían el 23-24. Y si el último fichaje del Xuven reforzaba el dominio bajo tableros (10 puntos/10 rebotes en el partido), la aparición en escena de Pablo Villarejo en el tramo final previo al intermedio dotó al cuadro visitante del tiro exterior con el que empezar a marcar terreno. Dos triples del escolta y otros cuatro puntos de Samu Barros llevaban al Xuven a +10, 26-36, que Kris Davis recortó a 29-36 al descanso en el último tiro. Los de Chiqui Barros seguían desangrándose por la herida de las pérdidas, otra media docena, que le impedían todavía abrir brecha pese al 9-26 en el capítulo del rebote. Y ello, con su rival entregado ya por completo a un 6,75 que sería su perdición (5/20 en la primera parte) aún cuando su entrenador, David Mangas, sabía que por ahí se le habían ido en gran medida otros tres partidos en el último mes.

El técnico del Navarra quiso reconducir la situación por la vía rápida en el arranque del tercer acto. Con una zona 2-3 contestada en primer término por un triple de Villarejo, y después con una clase magistral de penetración posicional de Poyatos, que con siete puntos en poco más de minuto y medio destrozó el último dique de contención pamplonica poniendo el 43-52.

Cruz dejaba en siete la desventaja con la que arrancó el último cuarto, pero en el parquet la sensación de control cambadés era ya absoluta. Para entonces, el Xuven había aprendido a no regalar ya más balones de los razonables.

Juanchi y Poyatos asentaron pronto la ventaja arousana por encima del +10 hasta que un triple de Villarejo rompía el partido a 5.36 del final (48-64).

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