El ingeniero, el té y la «morriña» del gallego

Rosa Estévez
rosa estévez CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

MARTINA MISER

Llegó a Inglaterra escapando de la crisis y, tras seis años allí, encontró en las infusiones el camino de vuelta

21 nov 2017 . Actualizado a las 15:03 h.

Iago recuerda perfectamente el día en que decidió que su aventura inglesa había caducado. «Eu e máis a miña muller viñeramos pasar o Nadal aquí. Pasámolo de marabilla. Xa sabes, os emigrados, cando vimos á terra, disfrutamos coa familia, cos amigos.... Recordo que cando baixamos do avión, alá outra vez, díxenlle a ela: temos que marchar de volta». Aquel día marco el inicio del fin de la experiencia de Iago Radío y Carolina Laya -así se llama su compañera de vida y viaje- en las islas británicas.

La pareja había cogido el camino inglés cinco años antes. Iago había terminado la carrera de ingeniería y Carolina tenía su título de periodismo pero ninguno de los dos lograba encontrar trabajo. «Era o peor momento da crise, todos os meus compañeiros estaban no paro. Así que pensamos que, se había algún momento que fose bo para marchar e probar sorte noutros sitios, era ese», recuerda Iago. Así que, dispuestos a probar suerte, cruzaron el mar y desembarcaron en Inglaterra. Pasaron por Londres, por Liverpool y acabaron en Leeds, «unha cidade preciosa para vivir» en la que echaron el ancla durante tres años.

El viaje previo iba marcado por los cambios de trabajo de Iago. «Traballei en Jaguar-Land Rover, en empresas de automoción, en empresas eléctricas e no sector do petróleo», relata. Pasó por todas esas firmas haciendo aquello para lo que se había formado, ocupando puestos de «manager ou exeñeiro de producción e mellora continua». Y cuando parecía que su vida se había estabilizado, llegó aquella Navidad de hace dos años, aquel ataque masivo de morriña. Empeñados en volver a casa, Iago y su mujer decidieron empezar a buscar el camino que los trajese de vuelta. Fue entonces cuando decidieron aprovechar ese retorno al hogar, a su Cambados «deitado xunto ao mar», que decía Cabanillas, para dar un giro de 180 grados a su vida.

«Empezamos a pensar no que podiamos facer para virnos de volta». Él, que cuando estudiaba en Vigo calculaba acabar trabajando «na Citröen ou nalgunha empresa de automoción» del sur de Galicia, reconoce que su mentalidad cambió durante su estancia en Inglaterra. «Traballei en multinacionais, en grandes empresas, en medianas empresas e en pequenas empresas». Solo le quedaba una cosa por probar: trabajar para sí mismo, convertirse en empresario-emprendedor. Claro que, si vas a dar un vuelco de 180 grados a tu vida, más vale que lo pienses bien. Si vas a apostarlo todo, que sea por algo que te apasione. Así lo hizo nuestro protagonista. Cuenta Iago que ya le gustaba el té cuando estudiaba en la Universidad de Vigo. «Pero en Inglaterra -explica- estás rodeado de té. Todo o mundo toma varias tazas pola mañá, pola noite, e hai moitas variedades». ¿Podría una empresa dedicada al té sobrevivir en Galicia? «Cada vez que viñamos, viamos que nas cafeterías ía medrando a variedade de tés que se ofertan. É certo que España é un país con moita tradición cafeteira, pero cada vez hai máis xente que o proba e que lle gusta». Así que, cuestión decidida. Dispuestos a volver a casa, trabajaron durante meses desde Leeds para organizar su negocio, buscando proveedores de té ecológico en todos los rincones del mundo. Porque otra de las características de Paporroibo, que así se llama la empresa de este cambadés, es que los productos que comercializa proceden de un modelo de gestión de la tierra sostenible, basado en la promoción y el respeto a pequeños agricultores de Europa, Asia y África. «Nesta empresa unimos o té, a paixón pola alimentación saudable, e o noso convencemento de que hai que coidar o medio ambiente», cuenta Iago. Y parece que funciona. La iniciativa arrancó en verano, una mala época para los vendedores de té «porque o consumo é máis baixo». Pero esos meses de calentamiento le han servido de mucho. Han aprendido algunos de los secretos del mercado y han empezado a colocar sus tés en tiendas físicas. «Estamos contentísimos porque xa estamos en varias tendas gourmet e ecolóxicas de toda Galicia, e hai tendas doutros puntos de España que tamén están interesadas». No son las únicas. Paporroibo también ha llamado la atención de algunos chef con estrella Michelin. Y hasta de una de las tiendas favoritas de la reina Letizia.

El negocio marcha. Y yo me pregunto, ¿se puede hacer un brindis con una taza de té?.