Una avería deja sin luz al centro de Cambados durante 50 minutos

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

MARTINA MISER

La incidencia afectó también a varias zonas de Vilagarcía, A Illa y Vilanova

03 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los cortes de luz fueron ayer una constante en buena parte de la comarca arousana. Desde primera hora, se registraron pequeñas interrupciones en el suministro en lugares como Ribadumia. Pero fue alrededor del mediodía, exactamente a las 12.39 horas según informa Fenosa, cuando se produjo el apagón más grave. 7.387 viviendas del casco urbano de Cambados se quedaron, de repente, a oscuras. La avería afectó también al municipio de A Illa y a algunas zonas de Vilanova y Vilagarcía. Los que más tardaron en volver a la normalidad fueron los vecinos de la avenida de Vilariño. En esa calle cambadesa la electricidad no regresó hasta pasadas las dos y veinte de la tarde.

Explica la compañía eléctrica que la causa del corte de luz estuvo en una incidencia localizada en un tramo subterráneo de la avenida de Vilariño. Eso motivó un apagón que provocó un pequeño caos en la actividad de la localidad. Los semáforos dejaron de funcionar y en los comercios y supermercados, las dependientas esperaban a la puerta, porque les resultaba imposible poder cobrar a sus clientes. Hubo quien se quedó atrapado en el interior del ascensor. Y quien no pudo entrar en casa. «Mi portal funciona con código y no tengo llave. ¿como entro ahora?», se preguntaba desesperado un vecino de Os Olmos. Afectó, también, a los centros escolares, que tuvieron que capear la situación.

El apagón causó más trastorno del habitual porque coincidió, en muchas viviendas, con la hora de hacer la comida. «Yo tengo vitrocerámica, así que hoy haremos el día del bocadillo», bromeaba una cambadesa. Por fortuna, el suministro eléctrico regresó a tiempo para poder concluir la elaboración del almuerzo. Explica Fenosa que los primeros en recuperar la electricidad fueron los residentes en el entorno de Fefiñáns y la avenida de Madrid. Ahí se situaban un 34 % de los afectados, que estuvieron entre 40 y 54 minutos sin electricidad. El grueso de los que se quedaron a oscuras, concretamente un 73 %, pudieron volver a utilizar sus aparatos eléctricos setenta minutos después. Y los últimos en volver a la normalidad fueron los vecinos de la avenida de Vilariño.

Otros municipios

Pero la falta de electricidad no se dejó sentir solo en Cambados. Fenosa reconoce que la avería registrada afectó también a algunos lugares de Vilanova y Vilagarcía. Y en la localidad isleña pasaron también más de media hora a oscuras, más o menos en el mismo tramo horario que en el municipio cambadés. Los vecinos aseguraron que las incidencias se registraron durante toda la mañana de forma intermitente. «Se iba la luz, pero venía enseguida», relata una cambadesa. «En Ribadumia a primeira hora da mañá tampouco houbo luz», explicaba ayer un vecino de esta localidad. «No polígono de Tremoedo levamos toda a mañá a escuras», añadía otro a través de las redes sociales.

Dejó sin luz a 7.367 abonados, que tardaron entre 40 y 90 minutos en recuperarla

Vecinos de Catoira reclaman que se solventen los apagones alrededor de la PO-548

Poco tiene que ver el apagón que se vivió ayer en Cambados y otros municipios de la comarca con el que tuvo lugar la noche del miércoles en Catoira. La primera diferencia, remarcan los vecinos de la zona que se quedó sin iluminación, es que el suyo no se trata de un fallo puntual. «Cada vez que chove, por catro gotas que sexan, prodúcese un apagón», lamentan varias de las personas que viven en las cercanías a la PO-548. El tramo afectado por la avería que tildan de constante va desde la gasolinera hasta la escuela de los oficios. «E os seus laterais», añaden. Otra de las diferencias con el corte que tuvo lugar ayer es que el de Catoira se limita al alumbrado público. Eso sí, advierten de que «non se ve ni un palmo».

El problema no es lo sucedido la noche del miércoles. «Os apagamentos son frecuentes dende fai catro anos. Ultimamente non chove, pero xa o vivimos tamén fai tres semanas coas primeiras gotas», aseguran. En el caso del miércoles tuvo lugar sobre las 21.30 horas y la luz «non volveu en toda a noite». «É un encordio. Agora xa oscurece moi pronto, a hora que cerran os negocios xa non hai luz natural», indican. «O ano pasado colocaron un automático, pero a vía parecía unha discoteca porque non paraba de ir e volver».

Hablando de luz, o de la ausencia de ella, los mismos vecinos lamentan también la falta de luminosidad que hay en el puente. «A pesar de que hai un paseo para recorrer o tramo andando hai zonas oscuras porque catro de cada cinco farolas non alumean. É unha pena que o camiño quede inutilizado», afirman.