El plante de parte de los compradores no logró parar la subasta en Cambados

Rosa Estévez
rosa estévez CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

MARTINA MISER

Muchos barcos evitaron el puerto de Tragove tras la primera jornada de paro

11 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Guardia Civil volvió a custodiar la celebración de las subastas de pescado que ayer se celebraron en la lonja de Cambados. Los agentes habían sido desplazados hasta allí para garantizar que la subasta pudiese celebrarse con normalidad. Como ya había pasado el lunes, no hubo altercados, aunque una tensión densa envolvía el ambiente en Tragove.

Por la mañana, a las siete y media, un puñado de los compradores que participan en el plante acudieron a la lonja, se apostaron en una de las entradas, y desde allí observaron la puja, acompañando con aplausos ácidos cada compra. Durante la mañana se vendieron tanto las capturas de la noche como parte de las que habían quedado del día anterior, cuando la movilización hizo que la subasta acabase pronto y con mucho producto en las cajas.

Por la tarde, la subasta del marisco se desarrolló con total normalidad. Pero al filo de las seis de la tarde, hora a la que arranca la puja del pescado, el ambiente cambió radicalmente. El patrón mayor cambadés, Ruperto Costa, acompañado por varios integrantes de su equipo, se personó en Tragove para seguir en directo la venta del escaso pescado que había llegado hasta el puerto.

Y es que, sabiendo lo que podía pasar en Cambados, muchos de los barcos con parada habitual en Tragove pusieron rumbo a otros puertos. O Grove y Ribeira serían dos de las radas que habrían recibido la carga de estas embarcaciones, que pretendían sortear el conflicto que estalló tras conocerse que una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia declaraba procedente el despido de tres trabajadores de la sala de subastas.

En total, habían llegado a la lonja de Cambados unos 180 kilos de producto, sobre todo choco y pulpo. Un reducido grupo de compradores, entre ellos Porto de Cambados, se lo disputaron. Cada uno de los que paraba la puja recibía, de nuevo, el aplauso cargado de desdén de quienes, desde la puerta, se solidarizaban con los trabajadores despedidos. Quienes los recibían reaccionaban de maneras dispares. Hubo quien optó por ignorar lo que ocurría. Hubo, también, quien respondió con un saludo al grupo de la entrada. Y hasta hubo una peixeira que se volvió hacia ellos para reprocharles que a los compradores del marisco, que habían estado a las cuatro de la tarde, nadie les dijese nada.

Unos 190 kilos

Al final, se subastaron los 180 kilos que había en la lonja y la jornada finalizó sin más sobresaltos. No quiere decir eso que el conflicto se esté aplacando: dicen los compradores en huelga que seguirán adelante con su movilización y que hoy volverán a no comprar pescado en Cambados. «Vamos a otras lonjas, y tenemos a gente comprándonos en ellas», explicaba uno de los concentrados. «Dicen que nos van a mandar a la Guardia Civil a mirar el producto que tenemos, para ver si tiene guías. Pues que vengan, que no le tenemos miedo», insistían.

El patrón mayor, Ruperto Costa, asistió con gesto impasible a la subasta. No oculta ni su malestar por la situación que se ha creado en la lonja, ni su determinación a seguir celebrando las subastas sea como sea. «O servizo non o imos deixar de dar», señala. La subasta frustrada del lunes, y la merma de producto registrada ayer en la lonja repercutirá a las cuentas del pósito, y eso es algo que no se va a dejar pasar. La cofradía está realizando una valoración de las pérdidas registradas que será incluida en la denuncia que ya ha sido presentada ante la Guardia Civil. «Pediremos responsabilidades a quen corresponda». Tienen mecanismos, dice, para identificar a los responsables de lo que califica de boicot.