El refugio de Cambados dice que no puede cuidar por mucho más tiempo al animal que apareció en Meis
22 sep 2017 . Actualizado a las 08:57 h.Calabaza está mucho mejor. A finales de agosto fue rescatada con síntomas de inanición y maltrato y gracias a la intervención de la Guardia Civil y del refugio de animales de Cambados, la yegua se recupera en una finca bajo los cuidados de los voluntarios. Pero desde la protectora advierten de que no podrán sostener esta situación por mucho más tiempo. «Ya le comuniqué al Concello que tener la yegua a nuestro cargo es casi imposible. Yo, por razones personales, no puede dedicarme a ella como antes y la chica que se encargaba de ella, tampoco puede ahora», según explica la presidenta del refugio, Olga Costa.
Los perros y los gatos que habitan en el albergue de Corvillón suponen ya suficiente carga de trabajo, y un equino son palabras mayores. Al carecer de instalaciones adecuadas para animales de este tamaño, la protectora se ve abocada a recurrir a terceros. Un picadero de O Grove da albergue a otros dos caballos recogidos por el refugio, pero allí ya no hay sitio para más. Calabaza encontró una cuadra y un trozo de terreno para vivir gracias a la colaboración de una mujer que prefiere mantener el anonimato. En todo caso, y más en su estado de salud, no se trata de aparcarlo en cualquier lugar. El animal precisa todavía medicación y necesita que la limpien y la alimenten. Solo en comida, el refugio gasta 200 euros al mes, cantidad que se multiplica por tres si se suman los otros caballos que tiene a su cargo. Y puede ser que la familia crezca. No se descarta que Calabaza esté preñada pero, a falta de una ecografía, «hasta el último mes de gestación no se podrá saber», según explica Olga Costa. La yegua no solo se está recuperando físicamente. «Se ha vuelto mucho más sociable, aunque no está para montarla todavía», añade.
El refugio lanza un SOS en busca de ayuda pero no todas las soluciones le valen. Recibieron una llamada desde Asturias de una persona interesada en recoger a la yegua, pero no se la entregaron porque no está en condiciones para hacer un viaje tan largo y porque, a tanta distancia, tampoco pueden hacerle el seguimiento que se aplica a todos los animales que dan en acogida o adopción.
Olga Costa recuerda que la Xunta tiene obligación de disponer de unas instalaciones adecuadas para acoger a los caballos que son recogidos por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) en situación de desamparo. «La ley lo pone pero no hay ningún sitio para los caballos, de modo que tienen que ser refugios como el nuestro los que les busquen un lugar donde estar».
Calabaza fue rescatada por la Guardia Civil en una finca de Meis, precisamente, a raíz del aviso de la protectora de Cambados, que alertó del lamentable estado que presentaba el animal. Tenía heridas en la cabeza, lesiones en los ojos y síntomas de desnutrición. El Seprona identificó al propietario, un vecino de Meis de 68 años, al que se le acusa de un delito de maltrato animal. Contra él se presentaron, también, dos denuncias administrativas porque la yegua no llevaba chip ni tenía cartilla sanitaria.
Con ella, ya son cinco los equinos que ha recogido el refugio en los últimos dos años.
La yegua se recupera bien, es más sociable y no se descarta que
esté preñada
El animal precisa de cuidados diarios y su manutención cuesta doscientos
euros al mes