Las fiestas juveniles dejan tras de sí un rastro de basura
21 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Una mesa plagada de botellas y vasos es el mejor testigo de que el sábado por la noche hubo fiesta en A Pastora. La de este fin de semana no fue un caso aislado. Hace años que se celebra botellón en el monte municipal de Cambados y los efectos se repiten: basura tirada por el suelo, sobre las mesas, en las inmediaciones de la capilla y rebosando las papeleras. Esta estampa se mantiene, en el mejor de los casos, hasta el lunes, cuando los operarios de limpieza pasan por allí a recoger los desperdicios. Pero, más allá de los inconvenientes por insalubridad y mala imagen, el botellón no representa hoy por hoy un problema en Cambados. Según informó el concejal de Seguridade Cidadá, José Ramón Abal, no constan quejas por este motivo y los episodios de botellón en el recinto del colegio San Tomé y detrás del centro de salud parecen haber quedado atrás.
Con todo, el concejal ha dado instrucciones a la Policía Local de Cambados para que intensifique la vigilancia en el monte de A Pastora de manera que los agentes se dejarán ver por allí este fin de semana con el fin de disuadir comportamientos irregulares. La policía podrá intervenir en caso de que haya consumo de alcohol por parte de menores o que se produzcan ruidos o algún altercado que infrinja la normativa de seguridad ciudadana.
En otro plano, José Ramón Abal apela al civismo para mantener limpios A Pastora y demás espacios públicos del municipio y echa de menos una mayor concienciación de los ciudadanos en este ámbito. Para el concejal, que haya botellón no supone un problema siempre que este tipo de reuniones y fiestas no atenten contra las normas y no dejen tras de sí un reguero de suciedad.
En A Pastora se agrava el problema porque la existencia de cristales en el merendero y en el parque infantil supone un riesgo para las personas, especialmente para los niños, que frecuentan este espacio para disfrutar de este entorno natural.