El debate sanitario pone en evidencia las tensiones en el cuatripartito de Cambados

CAMBADOS

CEDIDA

Los socios de gobierno presentaron mociones por separado y se lanzaron reproches durante el debate

31 ago 2017 . Actualizado a las 19:20 h.

El pleno celebrado anoche en Cambados puso en evidencia las tensiones internas que existen en el seno del grupo de gobierno. Fue a propósito del debate sobre el anteproyecto de la Lei de Saúde que, según sus detractores, contribuye al desmantelamiento de la sanidad pública mediante la aplicación de reformas como la que afecta a las áreas sanitarias. El PP se quedó solo en la defensa de este anteproyecto, y la izquierda, al menos en Cambados, no ha sido capaz de articular un frente común contra las políticas sanitarias de la Xunta. Alcaldes y concejales de la comarca se comprometieron ante la junta de personal del Hospital do Salnés a presentar mociones en los concellos para manifestar su rechazo a la supresión del área sanitaria de O Salnés, y en Cambados lo hicieron ayer por partida doble. El BNG presentó la suya y sus socios de gobierno, PSOE, Somos y Pode, otra. El espíritu de las mociones era el mismo, pero el Bloque se negó a renunciar a su propio texto y no cosechó ningún apoyo. Sus compañeros de gobierno lamentaron que no se alcanzara el consenso deseable y optaron por abstenerse mientras que los nacionalistas sí apoyaron la moción de sus socios nacionalistas minutos después. El PP, que en ambas mociones votó en contra negando que la Xunta quiera desmantelar la sanidad pública, no dejó de aludir a la división que demostró el grupo de gobierno, que no solo se evidenció en el sentido del voto. También hubo reproches entre los concejales del cuatripartito.

El portavoz de Pode, José Ramón Abal, dijo echar de menos mayor unidad en esta materia y calificó de lamentable la imagen que los políticos están trasladando a la ciudadanía. “Non me gusta que se faga política coa sanidade, non me gusta o que se está facendo nin dun lado nin de outro, non coincido coas formas, habería que adoptar un gran pacto de Estado pola Sanidade, e estou abraiado pola polémica que houbo coa mancomunidade”, indicó. Sus palabras no se quedaron sin respuesta desde las filas de su propio gobierno. El portavoz de Somos, Tino Cordal, aludió a su condición de profesor de Políticas para espetarle que “todos os seres humanos temos ideas políticas”. Y el portavoz del BNG, Víctor Caamaño, apostilló: “Eu estou aquí para facer política, nin negocios nin populismo”.

Pero los momentos de más tensión los dejó el debate entre la alcaldesa, Fátima Abal, y el portavoz del PP, Luis Aragunde, a propósito de la polémica surgida la semana pasada por la ausencia de los representantes del gobierno de Cambados en la reunión que la Mancomunidade do Salnés convocó con el conselleiro de Sanidade para recibir, de primera mano, explicaciones sobre el controvertido anteproyecto de ley. El representante del gobierno local en la ejecutiva de la mancomunidad, Víctor Caamaño, fue invitado pero decidió no acudir porque considera que se trataba de una maniobra política del PP, “eu non fun para non darlle unha foto ao PP”, dijo; y Fátima Abal y el concejal de Sanidade, Tino Cordal, tampoco acudieron porque no fueron invitados, según explicaron ayer. Sí acudió Luis Aragunde, que fue invitado en calidad de portavoz del grupo del PP, frente a otros grupos, como Somos, que no fueron convocados pese a contar con representación en el mismo órgano. Como cabía esperar, tampoco dejó de salir a colación la frase del presidente de mancomunidad, Gonzalo Durán, diciendo que Fátima Abal mentía en relación a este asunto y que corría el peligro de ir al infierno, a lo que la alcaldesa respondió que no sabe si irá al infierno o no, pero que ella no mentía.

El pazo de Meirás

Frente a la división habida en el tema sanitario, el cuatripartito sí hizo piña a la hora de sacar adelante la moción de Somos solicitando que el pazo de Meirás pase al patrimonio público e instando a la Xunta a que aplique medidas en favor de las víctimas del franquismo frente al proceder de la Fundación Francisco Franco, a la que acusan de utilizar el pazo para hacer apología del dictador. El PP optó por abstenerse en este punto alegando que este es un tema que supera las competencias del Concello de Cambados y que no figura entre las prioridades de los cambadeses, lo cual le valió duras críticas desde las filas de la izquierda. El PSOE los calificó de egoístas y el BNG le reprochó su tibieza en este asunto.

La noche todavía deparó más debates, el referido al estado de los parques infantiles del municipio, a instancias de una moción del PP, y al plan especial del puerto, documento que fue aprobado de forma inicial y que resulta indispensable, entre otras actuaciones, para construir la nueva plaza de abastos. El gobierno acusa a la Xunta de retrasar su tramitación de forma deliberada mientras que desde la oposición achacan este retraso a la falta de gestión del cuatripartito.

A las puertas del Concello, coincidiendo con el pleno, alguien tiró unos planfletos anónimos contra la alcaldesa mientras un hombre trataba de ganar adeptos a su causa evangélica predicando a viva voz.