Un conductor se estrella en el puente de Castrelo a 140 km/h y abandona su automóvil

Serxio González Souto
serxio gonzález CAMBADOS / LA VOZ

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CEDIA

Protección Civil tardó cuatro horas y media en limpiar la calzada para restablecer el tráfico en el viaducto

20 jun 2017 . Actualizado a las 08:07 h.

Lo ocurrido durante la noche del domingo al lunes en el puente de Castrelo pudo revestir una extrema gravedad. Pese a ello, finalmente nadie resultó herido. Ni siquiera el protagonista de un accidente que obligó a cortar el tráfico en el viaducto durante una hora y a restringir el acceso de vehículos al mismo hasta las ocho y media de la mañana, momento en el que los operarios del servicio de Emerxencias e Protección Civil de Cambados consiguieron despejar la calzada.

El suceso tuvo lugar hacia las cuatro de la mañana. El conductor de un automóvil que circulaba en sentido hacia Ribadumia se internó a toda velocidad en el puente que salva el río Umia. Fuentes de la investigación calculan que, de acuerdo con el impacto y sus resultados, el turismo no bajaría de los 140 kilómetros por hora en el momento en el que quien manejaba el volante perdió su control por completo.

El automóvil se llevó por delante el quitamiedos del carril por el que circulaba, enviándolo al lado contrario de la calzada antes de dar dos vueltas de campana y acabar deteniéndose. Cuando Protección Civil, la Guardia Civil de Tráfico, la Policía Local y el servicio de mantenimiento de carreteras llegaron a Castrelo, el conductor había puesto pies en polvorosa. El propietario del vehículo es, al parecer, un vecino de Ribadumia que ahora tendrá que identificar a quien pilotaba el turismo en el momento en que se produjo el accidente.

Al haber vertido el contenido de su depósito de combustible en la carretera, el servicio de Emerxencias tuvo que trabajar a fondo para aplicar espuma y evitar cualquier riesgo de deflagración. En una hora pudieron abrir al tráfico uno de los dos carriles, retirando el quitamiedos destrozado. Recuperar la normalidad exigió cuatro horas más.

El vehículo dio dos vueltas de campana y esparció su combustible antes de detenerse