El centro de día y la nueva plaza de abastos, pendientes de la Xunta

Bea Costa
bea Costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

Los usuarios de la piscina de Cambados podrán usar la de Vilagarcía mientras duren las obras en el recinto de O Pombal

31 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Gobierno y oposición de Cambados llevan meses enfrascados en el debate sobre los proyectos pendientes que, en teoría, deberían estar ya ejecutados o en fase de ejecución y que se están retrasando más de lo previsto. El caso más flagrante es el centro de día. El edificio lleva un año construido pero cerrado a cal y canto porque los muebles y demás equipamiento siguen sin llegar. El cuatripartito culpa a la Xunta de retrasar de forma deliberada la dotación de este material atendiendo a intereses de partido y con el fin de perjudicar a la coalición de izquierdas, mientras que el PP atribuye esta demora a una cuestión de tramitación y culpa de ello al gobierno local.

Algo parecido ocurre con la nueva plaza de abastos. En las Navidades de 2014 acudió al Concello la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, para presentar a bombo y platillo el proyecto. Pero en el 2015 hubo cambio de gobierno en Cambados, y los planes se truncaron. Un sinfín de trámites están dilatando una obra para la que hay terrenos disponibles y más de tres millones de euros consignados, pero no acaba de ver la luz.

En estos momentos se está en la fase de aprobación del plan especial de la zona portuaria. Y, de nuevo, se repite el discurso. El gobierno local culpa a la Xunta de poner todo tipo de trabas para dilatar los procesos mientras que los populares hablan de ineficacia del gobierno que lidera Fátima Abal. «O problema é que o cuatripartito, despois de dous anos, segue sen ter nin idea de como xestionar este concello», según insistía ayer el portavoz popular, Luis Aragunde.

La piscina municipal constituye otro punto de fricción. La Diputación que gobernaba Rafael Louzán (PP) dejó encarrilada la reforma de la cubierta, pero no se pudo ni siquiera empezar la obra porque, desde el punto de vista técnico, hacía aguas por todas partes, según afirman desde la Diputación que ahora preside la socialista Carmela Silva. El proyecto estaba tan mal hecho que era «irrealizable», según las mismas fuentes, hecho que Silva atribuye a las prisas derivadas de los intereses electoralistas del PP. La Diputación se vio abocada a redactar un nuevo proyecto -que adjudicó ayer mismo- e iniciar el procedimiento desde cero, con el retraso que ello conlleva. La presidenta no da plazos concretos pero afirma que los cambadeses podrán disfrutar de una piscina renovada antes de la primavera del 2019, es decir, antes de acabar el presente mandato. Mientras duren las obras en O Pombal, los usuarios podrán utilizar la piscina de Vilagarcía al ser gestionada por la misma empresa, según anuncia la Diputación. Por su parte, el PP de Luis Aragunde sostiene que de estar él gobernando en Cambados las obras de la piscina estarían ya rematadas.

Hay más demandas del gobierno local que también se han encontrado con la negativa o el silencio de la Xunta, caso de las reparaciones del centro de salud y la desafectación de las viviendas escolares del Antonio Magariños para construir un parque público.