En la isla de As Goritas conviven los usos marineros con los usos urbanos derivados de la existencia de un párking y de su cercanía a la avenida de Galicia
29 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La isla artificial de As Goritas toma su nombre de unas piedras situadas a la dársena de San Tomé y se construyó hace dos décadas para dar soporte a un puerto deportivo que acabaría dando servicio, sobre todo, a las embarcaciones de marisqueo. El tiempo ha convertido este terreno ganado al mar en un espacio polivalente en el que tan pronto se montan las atracciones de la Festa do Albariño como se instala una antena de telefonía móvil. Pero los principales usuarios de este espacio son los propietarios de embarcaciones y los conductores, que encuentran allí un lugar para aparcar, a un paso del centro. En el mes de junio del 2015, Portos construyó un aparcamiento que resulta especialmente útil los días de mercado, dotado con 87 plazas y que evita sortear baches y embarrar el coche como ocurría hasta hace un par de años. A esta mejora se han sumado otras en los últimos tiempos como las que afectan a los pantalanes: instalación de una reja que garantiza el acceso solo a los propietarios de embarcaciones, un sistema de vídeo vigilancia para evitar robos y la ampliación de servicios para los marineros.
Pero faltan cosas por hacer. Sigue pendiente, por ejemplo, la ampliación del puente que une esta isla artificial con el puerto deportivo. En el Concello esperan que Portos aborde esta actuación en cuanto apruebe el plan especial que ordena este espacio, un trámite que está tardando más de lo previsto y que hipoteca, además, obras como la construcción de la nueva plaza de abastos y el enterramiento del transformador de Fenosa, que no para de averiarse. El gobierno local tenía previsto reunirse la semana pasada con el presidente de Portos, José Juan Durán, para conocer los planes de su departamento en este sentido, pero esta reunión fue aplazada en el último momento.
Firme deteriorado
Entre tanto, la maleza sigue creciendo en As Goritas y el firme del vial central continúa deteriorándose a la espera de que la Xunta tome cartas en el asunto. El ente autonómico sí ha sido ágil a la hora de reponer el trozo de valla que se rompió el pasado mes de noviembre como consecuencia de la caída de un coche al agua en el puente de As Goritas. El islote, sin embargo, sigue sin vallar, con el peligro que ello comporta.
Dada su cercanía al paseo marítimo, además de para aparcar, este espacio también es muy utilizado por los cambadeses para caminar, disfrutar de las vistas de la ría y para pasear al perro. En verano también es frecuente ver allí estacionadas autocaravanas y es uno de los lugares de reunión de la juventud.
En cuanto al cartel de obra situado al lado del párking, tiene los días contados. El Concello dio de plazo a esta y a otras empresas hasta fin de año para que retiren sus carteles, si no lo hará el Ayuntamiento de oficio. El otro cartel que hay en As Goritas, el que publicita los valores medioambientales de la isla de O Areoso, está con todas las de la ley.
Control en los pantalanes. La flota que atraca en As Goritas está más segura que hace unos años. Solo los usuarios tienen acceso a los pantalanes y se instalaron cámaras de vigilancia.
Con los días contados. Vodafone acaba de recibir la autorización para instalar una antena de telefonía móvil en Tragove, lo que permitirá retirar la que existe en As Goritas. fotos mónica irago
Pendiente de la ampliación. En la calzada apenas caben dos coches y las aceras miden poco más de medio metro de ancho. Portos prevé ampliar el puente, pero aún no hay fecha para la obra.
Para evitar caídas. As Goritas no dispone de vallado perimetral, lo que incrementa el peligro de caídas al mar. El puente sí lo tiene. El tramo que rompió tras el último accidente ha sido repuesto.
87 plazas, casi en el centro. En el verano del 2015, Cambados ganó una importante bolsa de aparcamiento gracias la construcción de un párking en la fachada oeste de la isla, por parte de Portos.
Falta de mantenimiento. La maleza invade las zonas verdes que rodean el nuevo párking. El Concello apela a la Xunta para que la limpie, alegando que es un espacio de su competencia.