Arousa cuenta con un millar de familias numerosas, un 1 % de la población total

Bea Costa
bea costa VILAGARCÍA / LA VOZ

CAMBADOS

Mónica Irago

La asociación gallega lleva a Cambados su campaña para pedir mejoras fiscales para este colectivo

15 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

España, y Galicia en particular, envejecen a pasos agigantados. La ratio de 2,1 hijos por mujer fértil no se está cumpliendo y las familias numerosas son cada vez más una rareza en esta sociedad. Según los datos que maneja la Asociación Galega de Familias Numerosas (Agafan), las unidades familiares compuestas por cinco o más miembros representan alrededor del 1 %. O Salnés está en la media. En la comarca hay registradas actualmente 1.062 familias numerosas, de las cuales la tercera parte están censadas en Vilagarcía. No obstante, en porcentaje, es Ribadumia el concello que tiene mayor índice por habitante (1,38 %) y Meis, el que menos (0,66 %).

De las 1.062, 971 son de categoría general (con hasta cuatro hijos) y 91 de categoría especial (con más de cinco hijos). Familias numerosas se consideran también las formadas por cuatro miembros, en las que uno de los padres o hijos sufre una minusvalía, y familias de tres miembros en las que el progenitor es viudo o tienen un bajo nivel de renta.

Agafan ha iniciado una campaña por los concellos con el fin de solicitar políticas fiscales favorables. Esta campaña les ha llevado a Cambados, donde acaban de aprobar ordenanzas en favor de este colectivo, y donde han encontrado apoyo para instaurar en la villa un servicio de asesoramiento de ámbito comarcal y celebrar charlas informativas.

«Se queren nenos ten que haber máis axudas»

José Luis Radío y Estefanía Prieto tienen tres hijos: Jeray, de tres años, Unai, de uno, y Gael, de tres meses. Estrenaron su condición de familia numerosa desde hace muy poco de modo que todavía se están poniendo al día en todo lo que se refiere al cobro de ayudas y la tramitación de bonificaciones fiscales.

De momento, han conseguido la tarjeta sanitaria especial para familias numerosas, que le permite disponer de 1.200 euros anuales a fondo perdido para la compra de pañales y demás gastos de farmacia. A mayores, perciben una ayuda de 100 euros por hijo menor de tres años y otra por esta misma cantidad a cargo de la Xunta, según explica José Luis. A la caja finlandesa que acaba de instaurar el gobierno de Núñez Feijoo no han llegado por los pelos pero sí se han hecho los deberes para conseguir rebajas en los recibos de la luz y del agua.

«Se queren que haxa nenos ten que haber máis axudas. Nós porque temos traballo os dous, pero imaxina que quedamos sen emprego, ¿como facemos? Home, non te van comprar un coche -él acaba de vender el suyo para comprarse uno de siete plazas-, pero si hai outras maneiras de axudar», reflexionaba ayer este meañés afincado en Ribadumia.

El engorro del papeleo

No todo es cuestión de dinero. José Luis también demanda una mejora en los sistemas de información y de gestión a la hora de solicitar las ayudas. «Si, informáronnos do que tiñamos que facer, pero logo todo o papeleo tivemos que facelo nós», se lamentaba ayer.

Él trabaja en el sector de la industria cárnica y no llega a casa hasta después de las cinco de la tarde. Su pareja es mariscadora y esto le permite a conciliar los horarios para poder cuidar a los hijos. Con todo, necesitan recurrir a la guardería de Meaño en horario de mañana y toda ayuda de tíos y padrinos es poca a la hora de criar a tres niños de corta edad.

La familia Radío-Prieto forma parte de ese 1 % de familias numerosas que hay en Galicia y ha empezado ya a tomar conciencia de que son una rareza. «Hai compañeiros que me din que estou tolo, eles non teñen máis de un ou dous fillos». Si de él dependiera, tendría más. «Pero da moito traballo así que con tres imos parar, que logo, cando veña o colexio, aínda vai ser peor», añade alguien que creció junto a once hermanos y que sabe bien de los pros y los contras de ser familia numerosa.

Con todo, José Luis no cambia a sus tres niños por nada. Aunque después del trabajo no hay tregua porque toca preparar baños y cenas, su familia es lo mejor que tiene: «Chegar a casa é telos aí é unha alegría, non teñas dúbida», sentencia.