El profesor Suso Piñeiro se despide del instituto cambadés tras 29 años impartiendo Xeografía e Historia
08 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Su mujer, que también es profesora, lo hizo. Se prejubiló a los 60 años, pero él decidió agotar los plazos y esperó a los 65 para retirarse. «Gústame o ensino. Este instituto -Ramón Cabanillas (Cambados)- é especial, sempre me atopei estupendamente nel. De feito cheguei a Cambados como unha estación de tránsito e acabou sendo unha estación final», dice. Y, eso, pese a que en los últimos años ha tenido que bregar con más papeleo de lo que le hubiera gustado. «Nunca pensei en adiantar a xubilación e iso que as cousas cambiaron moito. Os ensinantes pasaron a ser burócratas», se lamenta. Natural de Terra Chá, Suso Piñeiro llegó a Cambados hace 29 años para impartir Xeografía e Historia e instaló su residencia en Pontevedra. Las necesidades del centro le llevaron a enseñar, también, Economía «e dina con moita satisfacción porque gústame a materia». Llegó al Cabanillas con siete años de docencia en la mochila tras pasar por institutos de Carril, Marín, Viana do Bolo, Boiro, Vilalba, Chantada y Burela, y en Cambados fijó su última parada. Sus compañeros lo despidieron ayer con una comida en Casa Rosita y con mucho cariño, que es recíproco. Suso no solo habla maravillas del cuerpo docente, también quiere dejar constancia de su reconocimiento al personal de la limpieza, administración, conserjes y demás «que son a sala de máquinas do instituto». También se acuerda de los cientos de alumnos que pasaron por sus clases. «Os rapaces cambiaron porque tamén cambia a sociedade. Eu sempre me levei moi ben con todos e me respectaron, con contadas excepcións», señala. Toca despedirse y toca disfrutar del tiempo libre. Suso Piñeiro quiere aprovecharlo para leer, viajar, disfrutar de la familia y colaborar con alguna oenegé.