Veinteañeros buscando qué hacer con su vida

Bea Costa
bea costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

Martina miser

Sin trabajo fijo y con muchas inquietudes, cinco arousanos crean un foro para intercambiar ideas y experiencias

29 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Es una frase que uso mucho, por eso la elegí», dice Bárbara Abal, y los demás socios del proyecto estuvieron de acuerdo. ¿Que fago da miña vida? es el título de unas jornadas que se celebran mañana y el sábado en Cambados con el propósito de crear un foro de debate y reflexión sobre el futuro al que se enfrentan los jóvenes. No solo desde el punto de vista laboral, que por supuesto, también habrá hueco para hablar de las inquietudes artísticas y de cómo canalizarlas. Y ahí es donde entran en escena Eduardo Apariz y Alberto Domínguez. El proyecto pivota en torno a estos tres cambadeses además de la grovense Lorena Prieto y Leticia García, de Sanxenxo.

Ninguno llega a los treinta años y todos se mueven en el marasmo de las becas, los contratos fugaces y el desempleo. Pero no se conforman. «Yo siempre tengo que hacer algo», dice Bárbara, así que vía Skype con su amiga Leticia, que en primavera andaba todavía por Eslovenia, armaron un proyecto para concurrir a las líneas de ayudas del programa Iniciativa Xove.

Pero que nadie piense que con esto se gana dinero, aclaran. Los fondos que reciban de la Xunta los emplearán en la producción del proyecto. De momento ya elaboraron dos vídeos que están teniendo mucho tirón en las redes sociales y que plasman perfectamente la filosofía que mueve a Que fago da miña vida. Los chavales que encuestaron por las calles de Cambados no saben pero sí contestan. «Nin idea», «non sei» son las respuestas más recurrentes cuando se les pregunta por su futuro. Y Eduardo se disfraza de telepredicador Maldonado, poniéndole piel y corbata a ese «coach the Life» nacido para «sorberche os sesos». Apariz se mueve como pez en el agua ante la cámara que dirige su amigo Alberto, que para algo el uno tiene madera de showman y el otro estudió Comunicación Audiovisual. Van haciendo sus pinitos, pero desde la periferia todavía es más complejo moverse en el mundo del artisteo que tanto les motiva. «En Madrid o Barcelona te llaman para algún evento, pero aquí es muy difícil?», explica Alberto. ¿Y hacer las maletas? El terruño le tira y antes de emigrar quiere intentar ganarse la vida desde Galicia. «Esa idea siempre la tienes en mente pero también es interesante generar cosas desde aquí», añade Eduardo, que divide sus querencias entre el periodismo, la fotografía -tiene la escuela en casa- y los escenarios. Alguno ha pisado ya con su grupo de música Leda Atómica y compartiendo proyectos teatrales. Estas vocaciones no le llevarán a cobrar una nómina en una gran multinacional pero en Efervescencia mental, que así se llama el colectivo en el que se mueve, no desisten en la vía de la creatividad y la iniciativa propia como herramientas para encarar su futuro profesional.

Bárbara lo expresa con sabias palabras: «El objetivo es ser feliz», y organizar algo como Que fago da miña vida la hace feliz. Y también poder dar clases a niños de Primaria, aunque sea sin plaza en un colegio y tenga que hacerlo a título particular por las tardes.

Mañana a las cuatro de la tarde arranca en el auditorio de A Xuventude un tren que, espera, pare en otras muchas estaciones. «Creemos que los jóvenes tienen necesidad de conectar con gente de la zona para intercambiar experiencias». En las jornadas va a haber testimonios de chicos que se han ido a Europa y Sudamérica «y habrá casos positivos y también negativos, porque a mucha gente le sale mal». Y se hablará de voluntariado, de becas, de cursos, de sinergias... No serán charlas al uso, por eso las plazas para asistir a los talleres se limitan a treinta -la inscripción sigue abierta y es gratuita a través de efervescenciamental@gmail.com- y el sábado por la tarde el auditorio se abrirá a todo el que quiera entrar para asistir al show que han montado Edu, Alberto y sus amigos: los grupos Folkies Celtas, Canto Crú, Tu mujer nos engaña, el monologuista Alexandre y el grafitero Hermes, entre otros.