«La producción de vino está muy relacionada con la cultura de los pazos»

Bea Costa
bea costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

22 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los pazos gallegos no son Versalles, ni las casonas del Loira ni las fincas portuguesas, pero en Galicia no faltan ejemplos de la fusión que se produce entre el jardín y viñedo. El pazo Quinteiro da Cruz (Ribadumia) y el palacio de Fefiñáns (Cambados) son dos claros exponentes de esta comunión, por eso los participantes del curso de verano de la UNED «Baco en el jardín: la cultura del vino en el arte de los jardines» visitaron ayer estos enclaves, para aplicar sobre el terreno la teoría impartida por los ponentes que desde el miércoles hasta hoy intervienen en el curso de verano que se celebra en el Museo do Viño de Cambados.

«El viñedo exige simetría y paralelismo y eso ocurre en el jardín clásico. El emparrado es un elemento constante en la jardinería, que se remonta a los fenicios y que llegó al Renacimiento. Es un fenómeno internacional, y aunque Galicia no es Aranjuez ni Versalles también encontramos esa relación.

«Hay que tener en cuenta que la mayoría de los pazos tienen producción de vino, especialmente a partir de finales del siglo XVIII principios del XIX. La producción de vino está muy relacionada con la cultura de los pazos», según explica la directora del curso, la profesora Victoria Soto. En el curso se ha hablado ya de casos como el de la Quinta da Bacalhoa, y del simbolismo del vino en el claustro. El profesor de Historia del Arte de la USC habló de las presencias y testimonios del vino en la cultura de los pazos de Galicia, Jesús Ángel Sánchez, y hoy cerrará el ciclo de intervenciones corresponde este mediodía a Miguel Falomir Fau, director adjunto de conservación e investigación del Museo del Prado, que hablará de «Los espacios del vino en la pintura de los siglos XVI y XVII.