El futuro de la hostelería en sus manos

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

martina miser

Entre Vietnam y Alicante pasarán el verano estos cuatro arousanos para hacer prácticas

12 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Son jóvenes y sobradamente preparados, que decía un anuncio de coches hace algún tiempo. Por eso están dispuestos a recorrer medio mundo para completar su formación. Hablan inglés a la perfección y estudian alemán y francés. «Yo creo que voy a ir a clases de vietnamita», explica Alicia Romero, la mayor del grupo. Está a punto de licenciarse en el Centro Superior de Hostelería de Galicia, donde estudian sus otros tres compañeros. Todos quieren dirigir un hotel. Y para eso se están preparando a conciencia. A pesar de haber crecido en una comarca con un sector hotelero importante, como la de O Salnés, ninguno de ellos ve aquí su futuro. Por lo menos, no de forma inmediata.

Estos cuatro jóvenes tiene muy claro que formarse es su principal objetivo para conseguir su meta. Por eso pasarán el verano haciendo prácticas en hoteles de todo el mundo. Alicia se va a Vietnam seis meses. Sara Prego pasará otros tres en Calpe. Cerca de ella estará Mónica Álvarez, que trabajará en Alicante. El último del grupo, Miguel Morla, se irá a Utrecht, en Holanda. A pesar de su juventud, todos rondan la veintena, cuentan ya con experiencia en otros países. Por eso les preguntamos qué opinan de la profesionalización del sector turístico arousano. «No creo que aquí haya falta de profesionalización, creo que es el tipo de turismo el que no te permite hacer otra cosa», explica Alicia. «Creo que en verano es cierto que los hoteles de aquí contratan más a boleo, pero no creo que estemos por detrás de otros países», añade Sara. «En Sanxenxo viven del verano y se tendría que hacer algo para que venga gente también en invierno, cuando abren solo dos hoteles», sostiene Mónica. «Es cierto que falta una poca profesionalización, por eso se están creando centros educativos», dice Miguel.

Cambados y Sanxenxo son sus lugares de origen pero, curiosamente, ninguno ve su futuro inmediato en la zona. A pesar de que la suya es una profesión con demanda en esta comarca -Sanxenxo acaba de anunciar que se buscan más de un centenar de cocineros y auxiliares para la temporada de verano-, esa estacionalidad de la que hablan estos jóvenes provoca que se busquen la vida en otras latitudes. A todos les encanta viajar y saben que la disponibilidad geográfica es clave para medrar en su sector. «Una de las cosas que siempre preguntan en las entrevistas es si tienes disponibilidad geográfica», explica Alicia. «Y si tienes pareja, porque eso te condiciona», añade Sara. Ella tiene pensado viajar «hasta que encuentre un lugar en el que me quiera quedar», explica. «Yo no me encuadro en ningún lugar, a donde me lleve el viento. Tengo una oportunidad y la quiero aprovechar», añade Alicia. «Quiero viajar mucho, conocer muchos países y después ya veré donde asentarme», ratifica Miguel. «Al principio quiero viajar, pero después igual llega una edad en la que tienes ganas de parar un poco y asentarte», afirma Mónica.

Los cuatro reconocen que la suya es una profesión «dura, pero merece la pena. Trabajas cuando la gente está de vacaciones», explica Miguel. «La gente dice que te quedas sin verano, pero tienes que mentalizarte y el ambiente suele ser muy bueno», añade Mónica. «Esto es vocacional. Hay que saber llevarlo siempre con una sonrisa», ratifica Alicia. «Lo bonito es el trato con la gente y trabajar en equipo», confirma Sara. Ya ven que lo suyo es vocación. Y pasión por la hostelería.