La flor que además de bella es negocio

Bea Costa
bea costa VILAGARCÍA / LA VOZ

CAMBADOS

MONICA IRAGO

Las camelias cotizan al alza como reclamo turístico y como materia prima para la industria cosmética

14 feb 2016 . Actualizado a las 20:09 h.

La camelia vive un momento dulce en Galicia. Su belleza es de sobra conocida y valorada pero, hasta hace poco, casi nadie había reparado en que, además de un regalo para la vista, puede alimentar otros sentidos como los del tacto y el gusto y convertirse en negocio. La camelia se puede aplicar a la higiene y cuidado de la piel mediante aceites y cremas y se puede llevar a la mesa, en forma de té y mermelada. En China y en Japón llevan siglos explotando estas posibilidades de modo que cuando los asiáticos acuden a Galicia quedan sorprendidos de lo poco que se aprovecha económicamente este recurso, aunque ya hay quien empieza a hacerlo.

Por ahora la fabricación de estos productos es artesanal y su mercado muy limitado. Sus principales escaparates son las muestras y exposiciones de la camelia como las que hoy se pueden ver en Cambados y en Valga, adonde acuden los aficionados para ver y enseñar las últimas novedades en este campo.

Los principales viveros de camelias son esos magníficos jardines, casi siempre ligados a pazos gallegos y casonas, privados y públicos, en los que hace más de un siglo empezaron a cultivar esta flor.

Con ruta propia

A Turgalicia y a la Sociedad Española de la Camelia no le pasó inadvertido este potencial y en el 2006 empezaron a gestar lo que iba a acabar siendo la Ruta dos Xardíns da Camelia. Este circuito se compone de doce jardines de interés turístico, histórico y artístico en la provincia de Pontevedra, tres de los cuales están en O Salnés: Quinteiro da Cruz (Ribadumia), La Saleta (Meis) y Pazo de Rubiáns (Vilagarcía).

Más allá de su gran interés botánico, esta ruta nació como reclamo turístico. La camelia tiene su público, y aunque en Galicia no está muy extendido, en el resto de España y especialmente en el extranjero hay muchas personas que optan por pasar su tiempo libre admirando flores. Nadie como ellos para apreciar en su justa medida el mérito de las reticulatas y las japónicas que crecen en Galicia.

Según los expertos, hay más de 200 especies de las que se consiguen miles de variedades. La Sociedad Española de la Camelia tiene 350 socios, pero los aficionados son muchos más. Escaparates como los que se han abierto en este fin de semana Arousa permiten disfrutar de esta flor.