Tanto el municipio cambadés como el de Vilagarcía registraron ayer momentos de colapso circulatorio
06 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El párking situado en la parte trasera de Fexdega (Vilagarcía) estaba ayer al mediodía casi lleno, una señal inequívoca de que la ciudad soportaba a esa hora un tráfico y una afluencia de gente más alta de lo normal. Era de esperar. Además de ser martes, día de mercado, ayer era la última oportunidad para hacer los encargos de los Reyes Magos, de modo que Vilagarcía recibió un aluvión de gente buscando la compra de última hora, no solo del municipio sino también llegada del resto de la comarca. A mayores llovía, lo cual es de por sí un factor que incrementa el tráfico debido a que la gente coge el coche para no mojarse ni pasar frío, aunque sea para tramos cortos.
Con este escenario, entrar ayer al mediodía en la ciudad requirió una dosis de paciencia extra. Los accesos por Rodrigo de Mendoza, Rosalía de Castro y la avenida Doctor Tourón registraron colas de coches durante toda la mañana. No hubo atascos notables pero la circulación fue mucho más lenta de lo habitual debido al aumento de la densidad de vehículos. Otra consecuencia es que fue difícil encontrar aparcamiento. Ni siquiera en las bolsas de estacionamiento de la TIR y de la parte de delante de Fexdega. Algunos conductores se aventuraron por Os Duráns y O Cavadelo, donde encontrar una plaza era una lotería; otros prefirieron ir a lo seguro y se dirigieron directamente a la explanada situada en la parte trasera de Fexdega, que solo se llena en casos excepcionales, léase en las fiestas del verano o cuando hay un evento deportivo multitudinario en las instalaciones. Por la tarde no mejoraron las cosas porque la cabalgata atrajo a miles de personas a la ciudad, pese a la previsión de lluvia.
Cambados fue otro de los puntos conflictivos ayer para circular. El mercado se adelantó del miércoles al martes, era jornada de compras y hubo que dejar paso a la comitiva de los Reyes Magos, que por la mañana visitaron el asilo y fueron recibidos por la alcaldesa en el Concello. Encontrar aparcamiento también fue tarea complicada.