Bares, peluquerías y gimnasios, cada vez son más los negocios que se suman a la recogida de juguetes para los niños necesitados aprovechando estas fechas
30 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Será efecto de la crisis o cuestión de moda pero en los últimos años proliferan las iniciativas en favor de los más desfavorecidos. Bajo el paraguas de la popular «operación kilo» se llevan recogidos cientos y cientos de kilogramos de comida en la comarca: en los colegios, en pruebas deportivas, en festivales de música... Pero la fiebre solidaria ya no mira solo a la despensa. La recogida de juguetes para niños sin recursos se ha convertido en otro clásico de
estas fechas, que gana cada vez más adeptos entre los pequeños empresarios.
El negocio de la esquina también quiere aportar su grano de arena. En el gimnasio Curves (Vilagarcía), por ejemplo, apelan a la solidaridad de las mujeres que acuden cada semana a quemar calorías para que, de paso, dejen en la entrada un peluche, un puzle, una muñeca o cualquier otro juguete que esté en buenas condiciones y sirva para arrancar la sonrisa a un niño. Otros le echan más imaginación y utilizan como reclamo sus servicios y productos. Es el caso del salón de belleza Merchy Pintos (Cambados) donde este año han conseguido reunir más material que nunca cambiando tratamientos de higiene facial por alimentos y juguetes, que ya están en posesión de los servicios sociales de Vilanova para que ellos se encarguen de distribuirlos. Los bares tampoco se quedan al margen de esta corriente. En Ribadumia ha tenido lugar este fin de semana el tercer Torneo Lareka, en el que la entrada por ver el triangular de fútbol se pagó con un juguete nuevo o, en su defecto, una aportación económica. Se reunieron 123 juguetes y 1.513 euros, que irán para la Fundación Amigos de Galicia.
Los potitos y los juegos también llegan a la comisaría de Vilagarcía
No solo están para pedir, los sindicatos policiales también dan. UFP ha traído a la comisaría de Vilagarcía la campaña Un policía un potito, con la que invita a la población a donar alimentos no perecederos y juguetes para las familias necesitadas. Es el segundo año que llevan a cabo esta iniciativa y la caja colocada en las dependencias de O Cavadelo ha empezado a llenarse de contenido. El pasado año en Vilagarcía consiguieron el récord de la provincia, con 400 potitos a mayores de galletas y otras viandas. Esta vez se incorporan los juguetes, de modo que al lado de los botes de cristal hay ya algún camión y una grúa. La primera remesa de material se entregará a Cáritas antes de Reyes pero la campaña continúa hasta febrero, para aquellos que lleguen tarde.