Un paseo por Cambados siguiendo los trazos de Rial

Bea Costa
bea costa CAMBADOS / LA VOZ

CAMBADOS

El pintor organiza su primera exposición, en la que recopila la obra de varias décadas, la mayoría hecha por encargo

19 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

José Luis Rial Costa siempre pintó por encargo «pero ahora como ya no me lo piden pinto para mí», comenta. Eso explica que haya esperado a los 66 años para montar su primera exposición, que se puede ver estos días en Exposalnés (Cambados). Se compone de 28 cuadros, entre los cuales hay también muchos de esos que pintó para otros y ha pedido prestados para la ocasión. Lo que más le gusta hacer son retratos pero la demanda de sus clientes le llevó a plasmar, sobre todo, estampas de su pueblo. «No hay monumento de Cambados que no pintara», explica.

Son muchas las casas de la localidad en cuyas paredes cuelga una obra de Rial, y de fuera de su tierra, también. «Le pinté el palacio de Fefiñáns a unas personas que vinieron de Nueva York y me decían que cada vez que se sentaban en el sofá y miraban al cuadro les parecía que estaban en Cambados». Fefiñáns, las ruinas de Santa Mariña, A Pastora? todas estas escenas las tiene «muy repetidas» de manera que, cuando puede, prefiere captar rincones menos monumentales y, por supuesto, rostros. Ahora está enfrascado con la Gioconda de Leonardo da Vinci, porque flores y bodegones, insiste, ya pintó muchos en estos años.

La escuela de las revistas

Lo suyo es pura vocación. Le cogió gusto al lápiz y a las pinturas de niño «porque tenía un primo que pintaba muy bien» y fue capaz de perfeccionar el trazo con puro autodidactismo, hasta que a los 35 años pudo pagarse unas clases en una escuela de Vigo.

«Yo pintaba las caras que veía en las revistas de la peluquería de mi hermana pero hasta que fui a Vigo no aprendí a hacer retratos al óleo». Estaba en el paro y el dinero de que disponía decidió emplearlo en lo que más le gustaba: pintar. Y, aunque del arte nunca pudo vivir, lo que le pagaban por los encargos sí le ayudó a redondear el sueldo que cobraba unas veces como marinero, otras como mecánico y otras como soldador.

Desde hace un par de años ya no le llaman para pintar -José Luis Rial le echa la culpa a la crisis-, y como la jubilación le deja todo el tiempo del mundo, ha hecho caso a quienes le llevan pidiendo que monte una exposición y muestre su talento al gran público.

Los interesados en conocer su trabajo no tienen más que acercarse a la sala de Exposalnés (Cambados) antes del 7 de junio, en horario de lunes a domingo. En pocos metros cuadrados se encontrarán en Fefiñáns, en O Brexo... y se tropezarán con miradas captadas con el lápiz, la acuarela y el óleo.