Cambadeses en el universo del CERN

Bea Costa
Bea Costa CAMBADOS

CAMBADOS

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Los alumnos del instituto Asorey culminaron hoy una intensa jornada en el centro de investigación suízo

04 mar 2015 . Actualizado a las 20:58 h.

La visita al Centro europeo para la investigación nuclear (CERN) no defraudó a la expedición cambadesa. «Fue muy positivo. Yo particularmente estoy encantado», señalaba esta tarde el profesor del departamento de Física del instituto Francisco Asorey, Magín Gómez. «É unha experiencia única», añadía el también profesor Víctor Caamaño. Ambos hacían estas declaraciones a última hora de esta tarde, ya en el hotel, después de pasar un día de visita en el CERN, adonde acudieron acompañando a 48 alumnos de Bachillerato. Fue una jornada intensa porque el centro «es inmenso». Para hacerse una idea valga un dato; en su interior trabajan cinco mil personas llegadas de todo el mundo, también de España. De hecho, los cambadeses tuvieron ocasión de departir con una investigadora española. No es fácil digerir todo lo que han visto hoy. Finalmente no han podido bajar al famoso acelerador de partículas, pero los alumnos pudieron vislumbrar perfectamente cómo funciona y sus funciones gracias al material de divulgación que tienen preparado en las instalaciones. «Esto es como un mecano, como un juego de Lego al que se le van añadiendo piezas hasta alcanzar los 27 kilómetros de circunferencia que mide el acelerador», explicaba Gómez. ¿Qué supone para un físico como él estar allí? «Esto es como llevar a un egiptólogo a las pirámides. Las cosas que vi aquí me corroboran lo que yo pienso en cuestiones como de dónde venimos y el origen del universo», abundó el docente. ¿Y los alumnos? «Este tipo de visitas serven para espertar o interese pola ciencia e che dan unha amplitude de miras», señaló Caamaño. Como paso previo a esta visita, en el Asorey llevan semanas preparando a los alumnos para que entiendan lo que se hace en el CERN y el impacto que esto tiene en la investigación, especialmente a los de segundo de Bachillerato. Y de regreso en Cambados seguirán trabajando el tema en clase. Hasta entonces y después de este atracón de ciencia, mañana y pasado toca hacer un poco de turismo por tierras suizas.