Y su «fillo» Ángel Sánchez, presto a cumplir un sueño: saltar al gran pelotón junto a su ídolo

La Voz

CAMBADOS

18 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Sobre el papel Ángel Sánchez (Cambados, 12 de abril de 1993) comenzaba a vivir su gran sueño a finales del pasado año, cuando el W52-Quinta da Lixa-Jetclass comunicaba su fichaje. Sin embargo, como deportista de raza que se le aprecia en la palabra, necesita trasladar a la realidad de la carretera lo que ya es un hecho tras la firma de su primer contrato como ciclista profesional para acabar de creérselo. La próxima semana, en la Classica de Loulé, el arousano dejará de frotarse los ojos, para mantenerlos bien abiertos en su debut en el gran pelotón junto al ídolo de su infancia, Gustavo César Veloso.

El corredor de Bamio considera a Sánchez «un fillo deportivo», que desembarca en el W52-Quinta da Lixa «apadriñado por min» en la que, afirma Veloso, es una «demostración tanto da miña confianza nel, como do equipo en min e de min no equipo».

El que ya es su nuevo jefe de filas dice de Ángel que «me recorda aos meus inicios. Trotón, de moita forza, deféndese subindo. E moi boa cabeza. Agora», añade, «ten que demostralo».

Lejos de amilanarse, el cambadés asume la responsabilidad. En este sentido, ayer decía afrontar su salto al profesionalismo «con muchas ganas, con mucha ilusión de establecerme en la categoría y demostrar que valgo para estar ahí». Lo hace además con un plus que, frente al agarrotamiento que podría producir en otros, refuerza su motivación. «Correr con Gus es una ilusión. Lo conozco casi desde que empecé con 11 años, cuando en uno de mis primeros días entrenando por mi cuenta se cruzó conmigo en la carretera. Nunca se me había pasado por la cabeza poder correr con él. Nunca crees que te vaya a pasar, y me pasó».

Sánchez empezó a entrenarse con asiduidad junto a Veloso desde la temporada pasada. «Siempre me ha ayudado un montón». Y en el W52 lo sigue haciendo. El 28 de enero el equipo vivió su primera concentración. El cambadés es el benjamín de la escuadra, pero «me integré bastante rápido. Hay un buen ambiente, y otros cuatro corredores de mi edad». Y ahí estaba Gus: «Él me transmite muchísima tranquilidad y confianza».

«Nunca pensé que podría correr con Gus. Tengo muchas ganas de demostrar que valgo para estar ahí. Y disfrutarlo»

Corredor más joven del W52