De llevar el pan a las casas de A Illa, a poner la mesa, el café y una buena charla

Rosa Estévez
rosa estévez A ILLA / LA VOZ

A ILLA DE AROUSA

Martina Miser

Panadería Patri abre un despacho que también presta el servicio de cafetería

23 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo de llevar la compra a casa puede parecer muy moderno, pero en Galicia panaderías y pescaderías inventaron ese modelo de negocio hace muchos años. Dani Viñas, que ahora está al frente de la Panadería Patri, bien lo sabe: de jovencito ya echaba una mano en casa, llevando el pan allá adonde llegaban los coches de reparto. «Candos nós entramos na Illa por primeira vez, eu tiña trece anos», nos contaba ayer. Ha pasado tiempo desde entonces: el tiempo suficiente para que las furgonetas de Patri se hayan convertido en habituales en A Illa, y quienes las conducen, en integrantes de la tribu arousana. «A verdade é que a xente de aquí sempre nos tratou de marabilla... Nós non é que levemos o pan ás casas, e que nalgúns casos literalmente deixamos o pan na mesa da cociña», cuenta Dani.

Jenifer Rodríguez, su mujer, asiente. «Nos gusta la gente de aquí, nos gusta el pueblo. Para nosotros es como una segunda casa y por eso, cuando pensamos en abrir nuestro primer despacho, decidimos que tenía que ser aquí», relata. Y por eso en mayo inauguraron un punto de venta junto a la plaza de abastos de A Illa. En él ofrecen su gran variedad de productos de panadería y pastelería... Y muchas cosas más. Porque el despacho es también un excelente lugar para sentarse a tomar algo: un café L'or acompañado de bollería, de pancakes, de gofres o de tostadas; un buen bocadillo o una hamburguesa regada por una buena bebida... «De paso que vendemos pan, podemos aprovechar para vender otras cosas», explica. Y al tiempo, crear un espacio de charla, un punto de encuentro para que sus clientes tejan redes. A fin de cuentas, ese espíritu de comunidad y de buena vecindad es uno de los valores que más le gusta a Panadería Patri. «Queremos tener en el local el mismo rato de conversación que tenemos con la gente cuando le llevamos el pan a casa».

Muchas de las personas que hasta ahora recibían el pan en sus casas acuden ahora al despacho a recogerlo. «Aquí tamén temos máis variedade e poden levar outras cousas», cuenta Dani. Ese era otro de los objetivos perseguidos con la apertura de la tienda, reducir de dos a una las rutas de reparto en la localidad. Mantener ese servicio puerta a puerta se ha convertido en un auténtico problema: el coste del combustible y del mantenimiento de los vehículos es un hándicap a tener en cuenta, pero no es ni de lejos el más importante: «Non hai xente para traballar nesto», cuenta Dani. Y eso ha hecho que todo se complique. «O despacho dá opción a ampliar o negocio e afórranos a complicación do reparto», cuenta Dani.

La pareja ha trabajado duro para instalarse en A Illa justo antes del verano. Estos meses pasados han sido buenos, pero para ellos lo mejor empieza ahora. «En verano siempre hay trabajo, porque hay gente, pero nosotros queremos mantener el negocio todo el año y es muy importante trabajar bien con la gente de aquí». Por eso, esta temporada se suceden los guiños a quienes podrán pasar a formar parte de la clientela de Patri. Ayer, por ejemplo, quienes se llevasen un pan de chía tenían de regalo una empanadilla; y los lunes, con cada barra de pan hay otra de regalo, se reparten cupones de descuento... Todas las fórmulas que utilizan las grandes plataformas de distribución tienen en el despacho de Patri una réplica más pequeña, pero desde luego mucho más sabrosa.