La marca Galicia no sería la misma sin el mejillón, es por esto que no se entiende el desprecio que desde la Xunta de Galicia se está mostrando ante este sector
19 may 2023 . Actualizado a las 10:02 h.Galicia es conocida como una gran potencia mundial en acuicultura, no en vano es el claro ejemplo a seguir, siendo el espejo en el que todos se quieren mirar. Conocimiento, control, investigación, calidad y saber hacer son algunos de los factores que hacen que nuestro prestigio alcance cotas muy elevadas. Podemos presumir de haber obtenido la primera denominación de origen protegida para un producto del mar, como es la DOP Mexillón de Galicia. Todo esto no sería posible sin el esfuerzo, trabajo y sacrificio de aquellos pioneros que en los años 40 se atrevieron a innovar en el cultivo de mejillón.
Tras más de 70 años de experiencia, más de 250 millones de kilos de producción media en los últimos 20 años, llegando a alcanzar los 300 millones algún año, es evidente que sin el oro negro de batea, Galicia sería uno más en el mundo de la acuicultura. Alrededor de 10.000 puestos de trabajo directos, 20.000 indirectos, más de 150 millones de facturación en primera venta, generando una economía circular fundamental en muchos pueblos de la costa.
La marca Galicia no sería la misma sin el mejillón, es por esto que no se entiende el desprecio que desde la Xunta de Galicia se está mostrando ante este sector, pues las decisiones a la hora de legislar, realizadas a escondidas del sector, llegando a poner en peligro la viabilidad del mismo, nos hacen sospechar que algo se esconde detrás de cada acción.
El bosque es demasiado denso, pero el sector tiene que tener altura de miras y ser capaz de ver más allá, pues su futuro puede depender de ello. Algo que podría pasar desapercibido, pero no por eso podemos obviar, es la orden del 27 de junio de 2022, a través de la cual, la Consellería do Mar creó Redemar (red entre el sector pesquero y organismos científicos de la comunidad autónoma de Galicia). Según informa la propia consellería, a través de dicha red, se van a promover los estudios necesarios para el desarrollo de nuestras rías. Así mismo, dicha red, será tomada en consideración a la hora de la planificación costera de Galicia, ya que así se recoge en el borrador de la ley de ordenación del litoral.
Llama poderosamente la atención que en esta red estén presentes las cofradías, las mariscadoras a pie, las rederas..., y casualidades de la vida, el principal sector de la acuicultura europea (el sector bateeiro), no se encuentre representado en la mencionada red. Ante semejante despropósito, como no podía ser de otra forma, es primordial analizar el porqué de esa decisión, pues automáticamente se activan todas las alarmas.
La primera pregunta debería de ser por qué la consellería, en la planificación costera de Galicia que está desarrollando a través de la ley del litoral, no contempla en el futuro al sector del mejillón, pues no lo tiene en consideración. Y si a todo esto añadimos acciones como la aprobación del artículo 13 del decreto que restringe la extracción de la mejilla, ¿quiere esto decir que la historia de este sector estratégico para Galicia tiene los días contados?
En segundo lugar, pero no menos importante, hay que señalar que una de las principales multinacionales productoras de salmón (y otros peces de acuicultura) tiene previsto desembarcar en Galicia, y claro está, no viene a plantar lechugas. Pero sí podría estar interesada en el desarrollo de los cultivos AMTI (jaulas de salmón rodeadas de cuerdas de mejillón y algas), ya que es una de las principales impulsoras de esta supuesta solución a los impactos ambientales generados por estas jaulas.
Podría parecer una suposición algo exagerada si no fuese porque toda esta historia ya estaba escrita con anterioridad, en la famosa ley de acuicultura, guardada en un cajón y que apostaba, entre otros, por los cultivos multitróficos.
Hace 15 años alguien definía al sector del mejillón como «un gigante con pies de barro». Ahora, tres lustros después, las acciones políticas de la Xunta de Galicia dinamitaron los cimientos de este gigante, diluyendo esos pies de barro que sostenían la economía de miles de familias.
P.D. Señores de las cofradías, cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar.