El relevo tranquilo de A Illa: Luis Arosa encabezará la lista del PSOE en las municipales de mayo

Rosa Estévez
Rosa Estévez A ILLA / LA VOZ

A ILLA DE AROUSA

Martina Miser

Da el relevo a Carlos Iglesias, con el que ha compartido ocho años de gobierno

23 ene 2023 . Actualizado a las 21:18 h.

Aunque hacía una tarde soleada, la brisa que soplaba este lunes en la plaza de O Portiño (A Illa) era tan fría que parecía cortar. Luis Arosa, sin embargo, no parecía notarla. Será que, como explicó durante su discurso, está acostumbrado a esa plaza y sus corrientes: jugó allí de niño y sigue haciéndolo ahora que es tío. Será que los nervios, esos que deben acompañar a quien va a ser presentado como candidato a la alcaldía de su pueblo, son capaces de mantener el calor en el cuerpo. O será que la presencia de numerosos militantes socialistas de A Illa y de fuera de A Illa sirvió para arroparlo en el que probablemente será uno de los días más especiales de su vida. El día en el que fue aplaudido, por primera vez, como candidato a la alcaldía por el PSOE.

Luis Arosa no es nuevo en esto. Lleva ocho años formando parte del gobierno de Carlos Iglesias, al volante de algunas de las concejalías más exigentes. Ocho años «de experiencia na xestión dos servizos municipais» que, sin embargo, no han minado su energía y sus ganas de seguir trabajando, convertido si las urnas lo deciden, «no terceiro alcalde da Illa de Arousa». Es más, en el tercer alcalde socialista de esta pequeña localidad. Así lo deseó el ahora regidor, Carlos Iglesias, que aprovechó el acto de ayer para despedirse «da primeira liña da política», pero no de la militancia ni de ese «compañeiro e amigo» en el que ve todas las virtudes necesarias para llevar el bastón de mando.

David Regades, responsable provincial del PSOE, apuntó al currículo académico de Luis Arosa, «formado en Administración e Ciencias Políticas» y a su trayectoria en el gobierno municipal para concluir que «xente coma ti é o que precisa A Illa para seguir transformándose». El mensaje es el mismo que formuló minutos más tarde, con mucha más rotundidad, Carmela Silva. «Eres o mellor candidato que hai para a alcaldía da Illa de Arousa. E temos a sorte de que es noso», dijo arrancando los aplausos del público que seguía el acto. No habla Silva de oídas: durante los últimos años ha coincidido en numerosas ocasiones con el nuevo aspirante isleño, al que ha visto «traballar a todas horas» y en el que reconoce una característica que, a su juicio, comparte con Manel Vázquez y Carlos Iglesias, los dos alcaldes socialistas que hasta ahora ha tenido la localidad: «Ese amor absoluto pola Illa», un amor capaz de transformar la localidad y de «crear vida» gracias, no olvidó decirlo, al apoyo de la Diputación de Pontevedra. Porque la Xunta, recalcó Silva, «non inviste na Illa, pero tampouco en Vilagarcía, en Cambados, Meis ou Meaño... Inviste en Vilanova. Pero non se nota, porque alí non teñen un proxecto e aquí si o hai». Por eso A Illa ha sufrido en estos últimos ocho años, gracias a las inversiones obtenidas de la Diputación, un cambio profundo que asoma en la plaza de O Portiño, o en la inmediata plaza de O Regueiro donde las máquinas siguen trabajando, o en las casas modernistas o en la Castelao, que según Silva va camino de parecer Manhattan.

El nuevo candidato volvería a hablar de estas obras en su discurso. Volvería a nombrarlas para ponerlas como ejemplo del trabajo realizado por su gobierno con apoyo de la Diputación Añadió a la lista el edificio de usos náuticos, en cuyo gimnasio se han apuntado ya 200 personas. Y más proyectos que vendrán, dijo el alcaldable, que recurrió a una frase que suelen decirle sus amigos: «A carneiro non hai quen te gañe». Y como es terco, se ha comprometido a pelear desde la alcaldía la financiación que le corresponde a A Illa de las arcas de la Xunta. No quiere hacerse ilusiones, dice, mientras no se produzca el relevo que vaticina en San Caetano. Mientras no llega, él porfiará por conseguir que el PP entienda que «tamén somos Galicia».

Ahora, asegura, la Xunta «non debe de telo claro», y eso explica que mientras «en Vilanova fan sendas por todas as carreteras» y en Sanxenxo «cambian todo o que haxa que cambiar e se fai falla un aparcadoiro fano soterrado», en A Illa se pretende arreglar la precaria situación del paseo de O Cantiño «con dúas carretillas de cemento». Hace unos días, durante una visita de la presidenta de Portos de Galicia a ese paseo, Arosa ya hizo constar su malestar por la falta de inversiones de la Xunta. Por eso, ayer pidió a los vecinos y vecinas que acudieron a su proclamación como candidato que «pensemos na Arousa, que defendamos a Arousa sempre, e non so nas eleccións». Aunque en los comicios, claro, hay que ir pensando. Y el nuevo candidato lo hace con optimismo mezclado con el «orgullo» de haber sido elegido por sus compañeros de partido para aspirar a una alcaldía «que xa vos adianto, imos volver gañar».

El modelo a seguir

Valentín Formoso también quiso arropar a Luis Arosa en A Illa. No es casualidad: para el secretario xeral del PSdeG-PSOE, la agrupación de su partido en esta localidad arousana es un ejemplo a seguir. «Sodes unha piña como vila. Sodes un modelo de sustentabilidade económica e ambiental que non sucumbiu aos bums urbanísticos», señaló Y eso fue, siguió explicando, gracias al trabajo desarrollado por los alcaldes socialistas que ha tenido la localidad, Carlos Iglesias y Manuel Vázquez. Dos hombres de los que destacó también, su capacidad para «chegado o momento, poñerse a un lado e deixar paso a unha persoa nova». En este caso al joven Luis Arosa, en cuyo apellido ve Formoso la garantía de la victoria. «Non hai nada que poida gustar máis a un alcalde que levar de apelido o nome do seu pobo. Non lle gustaría a Abel Caballero ser Abel Vigo? Ou a Alberto ser Alberto Vilagarcía?», bromeó. Bromas a un lado Formoso ofreció al nuevo candidato la fuerza y el respaldo «dun gran partido». Y también tuvo palabras de agradecimiento para Carlos Iglesias, un hombre que durante su intervención había reivindicado a esas personas que «pasan polos cargos sen aferrarse a eles». Así lo hizo en su día Manuel Vázquez, así lo hace ahora Carlos Iglesias, quien mostró su deseo de entregar el bastón de mando a su compañero.