Es una propuesta escénica que surge a partir de la versión más oscura del cuento popular de El flautista de Hamelin y aborda el problema de la pederastia
18 ene 2023 . Actualizado a las 10:38 h.Redrum Teatro estrenará Hamelin el 23 de febrero en Santiago e iniciará la gira de este nuevo espectáculo con paradas en Cangas, Pontevedra, A Illa, Lugo, Teo o Verín. La obra, dirigida y adaptada por Alex Sampayo, está protagonizada por un elenco de siete intérpretes formado por Guillermo Carbajo, Mónica García, Roberto Leal, Machi Salgado, Belén Constenla, Fran Lareu y Rubén Porto.
Redrum retoma los ensayos en el Edificio de la SGAE de Santiago y en el auditorio da Illa de Arousa de cara al estreno del que será el segundo texto que la compañía traduce al gallego de Juan Mayorga. La obra se podrá ver también en una segunda función en el escenario santiagués el día 24 antes de iniciar una gira que se extenderá a lo largo del año y que, hasta mayo, hará paradas en Cangas (4 de marzo), Pontevedra (9 de marzo), A Illa (1 de abril), Lugo (20 de abril), Teo (28 de abril) y Verín (6 de mayo). Las entradas para Santiago están en la plataforma www.compostelacultura.gal y en la Zona C (Praza de Cervantes) de martes a sábado, en su horario habitual.
Esta será la segunda ocasión que la compañía adapte al gallego un texto de Juan Mayorga, autor teatral que en 2022 recibió el Premio Princesa de Asturias de las Letras. Después de traer al idioma gallego O mozo da última fila, Redrum escoge ahora Hamelin, obra de 2005 por la que el dramaturgo recibió el Premio Max al mejor autor teatral.
Hamelin es una propuesta escénica que surge a partir de la versión más oscura del cuento popular de El flautista de Hamelin para poner el foco en la infancia, así como en las diferentes formas que tiene la sociedad de relacionarse con ella, el papel que juega en el seno de nuestro contexto social y las diferentes violencias que se pueden llegar a ejercer sobre la infancia. Una obra de gran atracción que hace partícipe al público de constantes dicotomías contemporáneas sobre la culpabilidad, la inocencia, los errores colectivos, las invisibilidades, las realidades familiares o las conductas individuales.
En Hamelin, Mayorga aborda el tema de la pederastia con un sutil lenguaje y escenas llenas de elipsis, donde las cosas quedan aludidas, donde el espectador debe poner de su parte para interpretar, para imaginar, para llenar los silencios. El dramaturgo apuesta así por un espectador activo que imagine más allá de lo que se muestra en escena.