Solo los residentes podrán circular por la avenida Castelao de A Illa

Bea Costa
Bea Costa A ILLA

A ILLA DE AROUSA

Martina Miser

La medida se aplicará a partir de febrero, cuando finalicen estas obras y las que se ejecutan en la plaza de O Regueiro. Carmela Silva dice que ambas actuaciones harán a la gente «inmensamente feliz»

22 nov 2022 . Actualizado a las 14:17 h.

A Illa se blinda contra el tráfico y no solo ganando espacio para los peatones mediante obras de humanización como las que se están ejecutando en la plaza de O Regueiro y la avenida Castelao. Además, en esta calle se van a limitar la circulación y aparcamiento de vehículos, que van a quedar restringidos únicamente a los residentes. Los demás conductores tendrán que usar vías alternativas para cruzar el pueblo o bien aparcar el coche y caminar.

Es el último eslabón en la cadena de decisiones «valientes» que ha adoptado el gobierno local en aras de implantar un nuevo modelo de movilidad. El adjetivo es de la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, que este lluvioso y ventoso martes cruzó el puente para supervisar ambas obras.

La avenida Castelao se convertirá a partir de febrero —fecha estimada para la finalización de los trabajos— en el máximo exponente de la «transformación» que está viviendo el municipio desde el punto de vista de la ordenación de los espacios públicos, algo que, según Carmela Silva, va a hacer a las personas que viven en A Illa y a los que lleguen de fuera «inmensamente felices».

A partir de esa fecha habrá más espacio para caminar, más seguridad vial, menos ruidos y menos emisiones contaminantes procedentes del tráfico, lo que hará de A Illa «outra Illa». «Estou moi orgullosa do cambio da Illa», añadió Silva.

Todo ello será posible gracias a una inversión de 2,5 millones de euros procedentes en su mayor parte de las arcas de la Diputación Provincial, una inyección económica que el alcalde Carlos Iglesias volvió a agradecer «porque nós sós (Concello) non poderiamos facelo».

Lo que se está haciendo

Las obras en marcha implican un cambio sustancial en superficie y también bajo tierra. La avenida Castelao pasa a tener aceras más anchas, un único carril para la circulación en dirección a la avenida da Ponte que dispondrá de sistemas de calmado del tráfico y estará limitado a veinte kilómetros por hora y se instalará nuevo mobiliario urbano y árboles.

La plaza de O Regueiro se amplía hasta las fachadas de los edificios, ganando espacio para las personas en detrimento de dos vías de tránsito rodado y reconvirtiendo la tercera vía de salida del barrio da Salga para uso exclusivo de residentes, se suprimirán los aparcamientos y las barreras arquitectónicas, se instalarán reductores de velocidad, se implantarán medidas de eficiencia energética y nueva iluminación.

Donde el ojo no llega también se están realizando importantes obras consistentes en la renovación de las redes de saneamiento y recogida de aguas pluviales e instalación de líneas de electricidad y de telecomunicaciones.

Salvo imponderables, en febrero deberían estar ambas obras terminadas y para entonces debería también estar, si no aprobada, sí en trámite, una nueva ordenanza municipal con la que el gobierno local quiere regular todos los aspectos relacionados con la circulación y aparcamiento de vehículos. 

Otro asunto en el que trabaja el equipo de Carlos Iglesias es en la consecución de nuevas zonas de aparcamiento en el centro urbano en aras de compensar la pérdida de plazas de estacionamiento que conllevan las últimas obras. Al párking público habilitado en febrero en la avenida Castelao —que en principio tiene una vigencia de un año— podría sumársele otra parcela no muy lejos de allí, aunque el alcalde prefiere no desvelar todavía más detalles al respecto.