Un dron con visión nocturna, nueva baza contra el furtivismo en A Illa

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

A ILLA DE AROUSA

ADRIÁN BAÚLDE

El dispositivo permitirá vigilar amplias zonas reduciendo costes y ganando seguridad

04 sep 2021 . Actualizado a las 17:20 h.

Amparados por la oscuridad y por los requiebros de la costa de la ría de Arousa, los furtivos han tenido siempre muchas opciones para escapar de los vigilantes que intentan proteger los recursos marisqueros. Pero, poco a poco, quienes se dedican a la extracción irregular de marisco van a tener menos sitios en los que esconderse. La tecnología, que no para de avanzar, ha puesto en manos del sector una serie de herramientas que este está dispuesto a utilizar para defender lo que es de todos. En A Illa de Arousa acaban de dar un gran paso en ese sentido. La OPP-20 ha presentado al nuevo integrante de su equipo de vigilancia, un dron que «vai facer que o noso traballo gañe moitísimo en eficacia», en palabras de Juan Rial Millán, presidente de esa organización.

La adquisición del dron ha supuesto la inversión de alrededor de cinco mil euros, y ha sido posible gracias a los fondos FEMP y a la ayuda de la Xunta de Galicia. Es, dice Millán, dinero bien invertido, toda vez que va a permitir ampliar el radio de acción del servicio de vigilancia. Un profesional que forma parte del mismo se encargará del manejo de este dispositivo, que comenzará a volar ya.

El dron presentado en A Illa va a servir para luchar «tanto cos furtivos de bañador coma cos outros, os que temos todo o ano», señala Rial Millán, quien destaca que, a partir de ahora, quien se decida a salir a los bancos de A Illa a coger almejas y berberechos sin permiso podrá ser grabado desde el aire para, posteriormente, ser identificado y sancionado. El aparato se empleará, sobre todo, para peinar las zonas de costa de más difícil acceso. Hasta ahora, los vigilantes tenían pocas posibilidades de llegar sin ser vistos a algunos rincones de A Illa, pero ahora podrán hacerlo por el aire. Además, el artilugio adquirido por la organización de productores isleña está dotado de un sistema de visión nocturna que permitirá localizar a quienes pretendan esconderse bajo el manto de la noche. «Fixemos moitas probas e o certo é que resulta impresionante. No Carreirón, colocamos a xente agochada entre penedos e árbores e daba con eles», explica Rial Millán, quien aclara que el dron también puede localizar, a través de un sistema térmico, «a buzos que estean baixo a auga». «Unha vez que localiza a unha persoa, xa non a perde», apunta el presidente de la OPP-20. Pero hay más cosas. El dron va dotado de un sistema de comunicación y de un altavoz que permitirá a los vigilantes dar el alto a los furtivos, además de con un foco «que ilumina como se fóra de día».

Con todas estas posibilidades a su alcance, los vigilantes de los bancos marisqueros de A Illa de Arousa podrán ampliar su radio de acción, vigilando con más regularidad zonas como el parque de Carreirón o el islote de O Areoso. Con los furtivos registrados en imágenes, no será preciso realizar carreras ni persecuciones para lograr identificarlos. «Imos gañar en seguridade e en operatividade», dice Rial Millán, que está convencido de que en la localidad isleña se está dando un paso «moi grande no ámbito da loita contra o furtivismo», y que la incorporación de drones a los servicios de vigilancia no tardará en generalizarse. «A tecnoloxía está aí e se a podemos aplicar ás nosas necesidades, temos que facelo», razona el que también es patrón mayor de A Illa.

Hace unas semanas, la OPP-20 anunciaba una primera mejora en los medios de los que disponen los agentes del servicio de vigilancia: dos bicicletas eléctricas que les permitirán acceder de una forma segura y menos agresiva con el medio ambiente a zonas a las que no resulta sencillo llegar. Las bicicletas eléctricas costaron 4.800 euros y se financiaron con los Fondos Europeos Marítimos de la Pesca que distribuye la Consellería do Mar.

Este material, explicaba en su momento el presidente de la organización de productores, completaba una flotilla compuesta por dos lanchas, dos motos y tres vehículos y será utilizado por los ocho vigilantes que trabajan para la OPP y la cofradía. Según informa el patrón mayor, en A Illa son los primeros en Galicia que recurren a este medio de transporte para combatir el furtivismo.

Desde la OPP-20, Juan Rial Millán destaca la importancia de las inversiones realizadas en este servicio, tanto en lo que suponen en mejora de la eficiencia de la lucha contra el furtivismo, como en su importancia a la hora de mantener una relación respetuosa con el medio ambiente, reduciendo el impacto que los trabajos de control del furtivismo -sea este de bañador o de cualquier otro tipo- puedan generar en el entorno.