Los temporales arrastran hasta Arousa dos balizas de señalización del Duero

R. e. VILAGARCÍA / LA VOZ

A ILLA DE AROUSA

Una fue recogida en la zona de Corrubedo por Protección Civil de Ribeira; la otra en A Illa por Gardacostas

20 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Los temporales de los últimos días están arrastrando hasta las costas todo tipo de restos. Fue ese mal tiempo, aliado con las corrientes, el que ha provocado que dos balizas de señalización terminasen, la pasada semana, varando en territorio arousano. Una acabó en la arena de Corrubedo. La otra, en la zona de Niño do Corvo, en A Illa de Arousa. Ambas piezas comparten origen: llegaron hasta la ría desde el río Duero, donde prestaban servicio.

Desde Salvamento Marítimo indican que fueron los temporales los responsables de semejante viaje al norte. La primera baliza, encontrada en Corrubedo, fue retirada de la costa por Protección Civil de Ribeira, que ahora la tiene en custodia en su base. Allí seguirá hasta que alguien se haga cargo de ella. Fue al día siguiente, el sábado, cuando desde la Cofradía de A Illa se dio aviso de la aparición de una segunda baliza: esta había arribado a la zona en la que está ubicado el Igafa. Efectivos de Gardacostas acudieron para colaborar en su retirada y su traslado a unas instalaciones de la cofradía, donde espera también a que alguien pase a recogerla.

Los efectos de los temporales de las últimas semanas se han dejado notar con intensidad en la costa arousana. En A Illa, varias playas .«O mar está botando moitísimo esterco; estamos tendo máis algas agora nas praias que no verán». Quien habla es Juan Rial Millán, el patrón mayor. Basta echar un vistazo a los arenales que discurren desde el puente hacia la zona de Carreirón para comprobar que así es: todos aparecen alfombrados de un verde intenso, que se renueva cada vez que se mueve la marea. «Cando hai temporais fortes, normalmente chega moito para terra, pero o destes días é incrible», señala Millán.

El patrón mayor aprovecha este inesperado episodio para volver a poner sobre la mesa la necesidad de habilitar un punto en el que verter las algas que llegan a tierra.