«O falar non ten cancelas»

Juan Rial Millán PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DE RAÑEIR@S RÍA DE AROUSA

A ILLA DE AROUSA

El presidente de Rañeir@s Ría de Arousa reflexiona sobre el furtivismo y sus efectos

04 sep 2020 . Actualizado a las 21:30 h.

Decía, a mediados de los años sesenta, el malogrado pastor Martin Luther King que: «Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda». Y esta frase me viene a la cabeza cada vez que, con asombro y estupor, me llegan voces que, con manifiesto desconocimiento de las sinergias, efectos y problemáticas que plantea el furtivismo salvaje y masivo que sufrimos en el sector extractivo marisquero en Galicia, apelan a la solidaridad, a la reestructuración, al supuesto reparto equitativo de las licencias y concesiones vigentes con la ingenua intención de paliar una de las lacras sociales que laminan a un sector tan endeble y dependiente de la correcta alineación del cientos de factores sociales, económicos, medioambientales, climatológicos e incluso, políticos para su prosperidad.

Quienes defienden «el marisqueo para todos», demuestran que la ignorancia y la estupidez se pueden dar la mano, ambas sinceras y concienzudas, de tal modo que en función de argumentos simples y demagógicos, por un lado, se menosprecia el compromiso, el esfuerzo y la responsabilidad de miles de profesionales que tienen la actividad extractiva como medio fundamental de vida; por otro, se cuestiona la inestimable labor jurídica, científica y técnica de la administración competente en la búsqueda del equilibrio entre una explotación biosostenible y compatibilizarlo con la percepción de una renta digna para miles de productores y, lo que es peor, instrumentalizan el furtivismo «famélico», de muy escasa incidencia en nuestros días, para, en la práctica, empoderar el fenómeno presente y actual del furtivismo de bandas y mafias organizadas, coparticipadas por extractores y comercializadores que se benefician económicamente al eludir los cauces legales y controles sanitarios de obligado cumplimiento, insaciable y carente del más mínimo escrúpulo en la búsqueda del beneficio económico a cuenta del esfuerzo personal e inversión de recursos a cargo de miles de profesionales y agentes públicos, estos sí preocupados en ofrecer al consumidor un producto alimenticio excepcional, sanitariamente seguro y generador de riqueza colectiva para miles de familias en nuestras costas.

Mitificar o trivializar el furtivismo furibundo y criminal que sufrimos, al igual que pudiera ocurrir con la ocupación ilegal e indiscriminada de viviendas o la negación de las consecuencias dañinas del covid-19 por poner ejemplos, no dice nada a favor de la inteligencia de quienes las exponen, pero en cambio, lo dice todo a favor de su caos mental, ideológico y conceptual. El hecho de que no se respeten los derechos de las personas trabajadoras, que hacen del marisqueo y la pesca un proyecto de vida honrado, respetuoso en comunión con una actividad ecológica y sostenible medioambientalmente, para multiplicar y traspasar ? con racionalidad y sensatez- la riqueza colectiva a futuras generaciones, supone una grave amenaza y una injusticia no sólo para ellos sino para todos, incluso, afectando a nuestra sociedad y a la marca Galicia. Como decía decía Martín Luther King, «el progreso humano no es automático ni inevitable. Cada paso hacia la meta de la justicia requiere sacrificio, sufrimiento y lucha».