Arousa pide instrucciones para una apertura segura de playas en junio

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

A ILLA DE AROUSA

MARTINA MISER

Las restricciones del estado de alarma dificultan la selección de los socorristas

30 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Si todo sale bien, y el tiempo dirá si haylas suficientes para alumbrar el conjunto del santoral, los precintos de las playas deberían levantarse el 8 de junio. Esa es la fecha marcada en el calendario que el Gobierno acaba de anunciar para el inicio de la tercera fase de la desescalada. Para ello será necesario que se den toda una serie de factores. Entre otros, que la virulencia del coronavirus continúe en remisión, al menos por lo que respecta al número de contagios, y que Pontevedra sea una de las provincias que cumplan las ratios que Madrid aún no ha concretado, siempre que este proceso no se acabe abordando por áreas sanitarias, como reclaman Galicia, Cataluña y otras comunidades.

Esto, por lo que respecta a los trazos gruesos del plan, porque, en cuanto a sus detalles, existen factores fundamentales que no han sido definidos y los municipios concernidos necesitan como agua de mayo para gestionar las medidas de seguridad que se requerirán en espacios tan impermeables a una parcelación como las playas. «Vai ser moi complicado; nós temos 83 praias, máis de trinta quilómetros de areais e só tres axentes e dous auxiliares da Policía Local para facer cumprir a normativa», indica el alcalde de A Illa, Carlos Iglesias. Es cierto que los puntos de mayor atracción se concentran en torno a O Vao y a las banderas azules, además de Area da Secada. Pero no lo es menos que «os visitantes cada vez exploran máis e acoden a praias distintas». Iglesias entiende, en definitiva, que sería necesario un reglamento específico para la desescalada en los arenales por parte de la Administración central, en tanto que titular del dominio público marítimo-terrestre.

También el alcalde de O Grove considera imprescindibles una serie de instrucciones claras para abordar este proceso. Entre otras cuestiones, José Cacabelos advierte que las restricciones inherentes al estado de alarma dificultan algo tan importante como la selección de los socorristas que vigilarán los muchos arenales mecos. «Hoxe por hoxe, o que nos din os servizos técnicos municipais é que non é posible concentrar un determinado número de xente en probas selectivas como as que temos que levar a cabo». Teniendo en cuenta que en sus playas pueden trabajar hasta una veintena de operarios, está claro que dichas pruebas atraerán a un cierto número de personas, «e a interventora e o secretario non acaban de velo».

Antes incluso del anuncio de Sánchez, O Grove ya manejaba la previsión de poder abrir las playas a comienzos de junio. Pero Cacabelos ve necesaria, además, la implicación en esa concreción de medidas de la Xunta y sus competencias en materia de turismo y salud pública.

Concellos como

A Illa ven preciso un protocolo específico para

los arenales