Vilagarcía y Catoira son los únicos municipios que ganan población

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso VILAGARCÍA / LA VOZ

A ILLA DE AROUSA

MARTINA MISER

El balance de habitantes es negativo y en un año Arousa perdió 185 residentes

03 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La comarca arousana sigue perdiendo población. Según las últimas cifras hechas públicas ayer por el Instituto Nacional de Estadística, la práctica totalidad de los municipios vieron cómo sus censos volvieron a menguar durante el pasado año. Solo hay dos excepciones: Vilagarcía y Catoira. La ciudad sigue creciendo y logra cuarenta vecinos nuevos, mientras que en el municipio del Baixo Ulla este aumento es casi simbólico, de doce personas. En el resto de localidades la tendencia es a la baja y la lista la encabeza Cambados, donde hay 86 residentes menos que durante el ejercicio anterior. Meis y A Illa, por su parte, se alejan cada vez más de los 5.000 vecinos, con lo que es probable que en las próximas municipales tengan dos concejales menos cada uno.

Arousa tiene actualmente 104.816 vecinos, según los datos del INE a 1 de enero de 2019. Son, exactamente, 185 habitantes menos que hace un año. Pero no todo son malas noticias en el análisis de los datos porque Vilagarcía consigue ganar población. Unas cuarenta personas más eligieron la ciudad arousana como lugar de residencia durante el último ejercicio convirtiéndola en la única de la comarca, junto con el municipio de Catoira, cuyo censo se incrementó a lo largo del 2018. Más discreto es el aumento experimentado por la localidad del Baixo Ulla, donde solo hubo dos nuevas incorporaciones.

En el resto de concellos el panorama es más negro. Sobre todo en tres de ellos. Cambados, Valga y O Grove pierden, en conjunto, más población que el total de la comarca. La lista la encabeza la villa del albariño, que se deja en el camino un total de 86 habitantes. Malos son también los datos de Valga, donde otros 59 vecinos decidieron dejar la localidad. Y de O Grove, donde hay 46 residentes menos que hace un año. En total, son 191 habitantes los que se han dado de bajo de estas tres localidades cuando, en el cómputo general, la comarca solo pierde 185 residentes, gracias a los crecimientos registrados en Vilagarcía y Catoira.

Pero el descenso de los censos se registra también en el resto de municipios arousanos, aunque en mucho menor medida. A Illa, por ejemplo, se queda con diez vecinos menos que hace un año, mientras que Meis pierde una docena. Incluso Ribadumia, que en su día fue un municipio boyante en el que los datos de población no dejaban de crecer, ha invertido la tendencia y se queda con doce habitantes menos. Nueve son los que pierde Vilanova y tres los que se deja Meaño por el camino. Curioso es el caso de Pontecesures, que mantiene exactamente la misma población que el año pasado.

El análisis de los datos de población hechos públicos ayer por el INE deja claro que Arousa no es ajena a la pérdida de población que la población gallega lleva años experimentando. Y es que, cada vez, son menos las localidades de esta comarca que consiguen que sus censos incrementen sus cifras año tras año.

Meis y Ribadumia se alejan de los cinco mil vecinos y se arriesgan a perder concejales

Entre los municipios que siguen perdiendo población están los de Meis y A Illa, cuyas cifras de residentes llevan años bailando alrededor de los 5.000. En estos dos casos, la pérdida de habitantes puede ser mucho más significativa, pues puede implicar que cada una de estas corporaciones se quede con dos concejales menos, así como una disminución en los ingresos que perciben de las arcas del Estado. Con los datos en la mano, todo parece indicar que tanto Meis como A Illa tendrán que afrontar a lo largo de este año el cambio de su categoría.

Tras la segregación, A Illa se quedó con menos de cinco mil habitantes y, durante los años siguientes, el Concello trabajó para poder superar esa cifra e incrementar la población. Se hicieron incluso varias campañas para animar a los residentes a censarse en la localidad. Y el objetivo se logró. Hace unos años, el municipio pasó a engrosar la lista de poblaciones con más de cinco mil habitantes, con el consiguiente aumento en la partida que el Estado reparte entre los concellos. Pero poco le ha durado la alegría a los isleños. Según los últimos datos del censo, la localidad tiene 4.958 residentes, diez menos que hace un año, con lo que todo hace pensar que en las próximas municipales bajará de categoría y sus residentes tendrán que elegir solo a once concejales, frente a los trece que tiene actualmente.

En situación similar está Meis. La localidad lleva años por debajo de esta cifra pero, hasta ahora, no se había consumado el descenso. Algo que, con toda seguridad, se producirá este año.