El viento dificulta a los rañeiros la búsqueda de marisco en la ría

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

A ILLA DE AROUSA

MONICA IRAGO

La segunda jornada de la campaña fue casi un calco de la primera, con pocas capturas y precios aceptables

03 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El viento volvió a soplar ayer en contra de la flota de rañeiros arousanos. Decepcionados con el paisaje que se habían encontrado el lunes en los fondos de la ría, los mariscadores tardaron algo más de lo habitual en salir al mar. Que siguiese soplando con fuerza el viento no contribuyó a subirles el ánimo, ya que ese elemento incontrolable está limitándoles, y mucho, su capacidad de movimiento por la ría. Y si algo necesitan los mariscadores en estos momentos es poder moverse, de aquí para allá, intentando encontrar un lugar en el que asegurarse unas buenas capturas.

La primera jornada había sido de tanteo exacerbado. Uno de esos días que arrancaron en el punto planificado y acabaron en otro muy distinto. Y es que, visto que en el raño no volvía marisco, a los rañeiros no les quedaba más remedio que mover la embarcación y cambiar de sitio, dispuestos a probar suerte. En la mayoría de los casos, el esfuerzo solo sirvió para constatar que «a cousa está moi mal; non hai recurso ningún», según reiteraban ayer en el puerto de Cambados.

Según los datos de despachos de embarcaciones ofrecidos por la Consellería do Mar, ayer se hicieron al mar un total de 660 barcos, algunos más que el día anterior. La mayoría, unos 219, pusieron rumbo a O Bohído. Hasta Os Lombos se acercaron 184 lanchas, mientras que Cabío fue elegido por 115 embarcaciones. El resto de la flota, 142 naves, se desperdigaron por las otras zonas de libre marisqueo de la ría, en las que cada vez buscan su sustento más mariscadores.

Pero ni siquiera el tanteo de los fondos está resultando fácil en este arranque de campaña. El mar y el viento se han conjurado para ponerle las cosas difíciles al sector del raño. «Queriamos probar para ir á ameixa roxa, pero hoxe non puidemos. A ver se mañá mellora a cousa», relataban ayer algunos de los mariscadores consultados. El patrón mayor de A Illa, Juan Rial Millán, reconocía que «non están sendo días de traballo. Tanto vento non axuda nada».

Así que, a la espera de que una revoltura limpie los fondos y haga más fácil encontrar el poco marisco que, dicen, hay en ellos, la última esperanza de los rañeiros arousanos está en los precios. Ayer la jornada en las lonjas volvió a arrojar unas cotizaciones aceptables, aunque no especialmente brillantes.