El millennial que propone un turismo diferente

sara meijide; P. P A ILLA/ LA VOZ

A ILLA DE AROUSA

MARTINA MISER

Yamil recorre las Rías Baixas buscando«lugares con encanto, pero pouco coñecidos» para subirlos a su web

31 jul 2018 . Actualizado a las 07:42 h.

«Son un home a un topete pegado. Estudei torcido, pero estudei Dereito. Encántanme os currunchos e son da Illa de Arousa», así se define, orgulloso, Yamil Doval. Este joven arousano habla a través de su objetivo de los lugares enxebres que están entre nosotros, pero que poco a poco van pasando desapercibidos hasta caer en el olvido. «Teño 26 anos e foi o outro día cando me decatei de que dende a miña fiestra podo ver unha casa que está levantada sobre unha pedra», exclama mientras enseña la fotografía que le realizó. Con este hecho, Yamil quiere evidenciar que lo habitual se convierte en rutina. Por eso, hace tres años se lanzó a la aventura y se sumó a la moda de los blogueros. «Oscurrunchos.blogspot.com naceu para amosarlle á xente o preto que están de lugares marabillosos que nunca antes repararan en que estaban alí».

Ha descubierto decenas de espacios «riquiños» esparcidos por toda nuestra comunidad autónoma, pero en especial de las Rías Baixas, y en particular en A Illa. «Un día igual estou aburrido ou simplemente me apetece. Collo a cámara, chamo os amigos e marchamos de excursión», explica. Llega hasta ellos escuchando a los mayores de cada lugar y siguiendo sus direcciones. Pero como la inspiración puede aparecer en cualquier momento, Yamil lleva en su móvil un mapa en el que marca con estrellas los destinos que tiene pendientes. «Agora a seguinte parada vai ser Rianxo. Alí hai unha aldea que a chaman Maldita porque houbo unha peste e todos os veciños morreron. Din que está abandonada, pero que as casas seguen por alí». Acantilados, hórreos, ruinas...Yamil tiene una larga lista de «currunchos e recunchos» visitados durante estos últimos años, pero si se tiene que quedar con uno, aunque la decisión es complicada, sería con el molino de las mareas de As Aceñas, en A Illa. «É un muíño de pedra que aproveita as subidas e as baixadas das mareas. Está situado ao redor de cons polo que cando sobe a marea queda como un encoro. Ademais a posta de sol que se ve dende alí é impresionante», confiesa.

Facebook e Instagram

Aunque la piedra angular de su proyecto siempre será el blog De currunchos e recunchos, Yamil busca popularizar sus rincones y crear un relato transmedia. Una historia que vaya creciendo a través de diferentes soportes y múltiples formatos. Para ello, ha creado un perfil en Facebook y otro en Instagram (@galizamorta). Mientras que en Facebook complementa la información del blog, en Instagram comparte imágenes de todos aquellos sitios que, por desgracia, están muertos o «esquecidos». «É moi importante que as fotografías sexan atractivas. Son moi tiquismiquis e coido moito a gama cromática e a sintonía das publicacións, sobre todo en Instagram».

Aunque a Yamil le encanta lo que hace, disfruta con ello, y por encima le gusta, cree que ha llegado el momento de darle a su blog el impulso que necesita. Este curso, la página web de Minube buscaba al embajador perfecto de las Rías Baixas, y Yamil se hizo con el título. «Foi unha experiencia inesquecible. Gravamos un vídeo por todas as Rías Baixas descubrindo estes recunchiños, que foron os que me fixeron gañar o premio». Presentó treinta imágenes de lugares poco comunes, y salieron victoriosas. Como premio, además de un pellizco, publicó en la web nacional prácticamente un centenar de fotografías.

Trabajar desde las redes sociales e Internet «facilita chegar a xente, que vexan o que fas, pero tamén é máis complexo monetarizar o teu traballo», dice. Por ahora, apuesta por vender artículos de decoración, como cuadros o cojines, fundas para móviles y tabletas o tazas con las fotos de sus currunchos. «Os que máis gustan son os deseños mariñeiros, os de redes sobre todo».

Yamil es todo oídos y quiere seguir viajando con su cámara. No sean tímidos y si conocen algún recuncho, no duden en escribirle.

«Escoitando os maiores e os veciños de cada lugar atopo novos escondedoiro»