A Illa estudia cómo iluminar las playas para espantar a los furtivos

Rosa Estévez
rosa estévez A ILLA / LA VOZ

A ILLA DE AROUSA

OSCAR VíFER

Los técnicos municipales analizan la mejor manera de atender la demanda del pósito

02 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Si hay algo que tienen claro los vecinos de A Illa es que esta localidad, sin el mar, no es nada. El marisqueo y el trabajo del mejillón son los dos pilares sobre los que se sustenta la economía del municipio. Y precisamente por eso, las entidades que representan al sector suelen caminar de la mano del Concello. Parece que así será una vez más. El patrón mayor, Juan Rial Millán, se ha dirigido al consistorio para solicitar su ayuda para luchar contra el grupo de furtivos que, perfectamente organizados, golpea los bancos marisqueros cada vez que la marea se presta a ello. El alcalde, el socialista Carlos Iglesias, daba por descontado ayer por la mañana ese apoyo. «Os técnicos municipais están mirando como podemos facer para iluminar as praias que máis lles preocupan», señaló el primer edil.

A Canteira, Con Serrado y Xestelas son las playas en las que el pósito quiere que se haga la luz para que los furtivos, al menos, no cuenten con el amparo de la oscuridad mientras realizan su faena ilegal. Considera el alcalde que, en el primero de los arenales, no habrá demasiado problema para colocar unos focos. La playa de A Canteira está situada cerca del puente y calcula que no será necesario mucha obra para cumplir la petición del sector. En Xestelas y Con Serrado tal vez haya que discurrir un poco más, pero Carlos Iglesias da por hecho que estas intervenciones podrán acometerse relativamente pronto y sin demasiadas complicaciones.

«É evidente que todos temos que facer o que estea nas nosas mans para impedir que os furtivos traballen», razonaba ayer el alcalde isleño. Señala que la instalación de focos apuntando a los bancos marisqueros más apetecibles para los ilegales no es nueva: ya los hay en la zona de Sapeira. Lo cierto es que, contra él, son lanzados proyectiles que en ocasiones dan en el blanco y obligan a cambiarlo. «Xa tivemos que facelo tres ou catro veces, pero tampouco é maior problema. Seguiremos a facelo», advierte. Y es que en el municipio de A Illa no se resignan a ver cómo el producto del esfuerzo de los mariscadores acaba engordando la bolsa de caudales de los furtivos.

Un grupo perfectamente organizado que actúa cuando hay buenas mareas

La cofradía de A Illa asegura que los furtivos que de un tiempo a esta parte acechan sus bancos marisqueros forman un grupo compacto y muy bien organizado. Un vehículo reparte a los mariscadores ilegales por las playas y, mientras estos están faenando, otros coches se mantienen alerta para avisar si algún vigilante se acerca. Integran este equipo personas de varios puntos de la comarca, la mayoría con pasados turbios, y que ahora han vuelto sus ojos hacia el marisco. «O peor de todo isto é que a confraría ten perfectamente identificada a toda esa xente, pero o problema é que os teñen que coller cando están faenando, ou co marisco. E iso é moi complicado», razonaba ayer Carlos Iglesias, el alcalde socialista de A Illa.