Alarma en A Illa al detectarse una trama organizada de furtivos

Rosa Estévez
rosa estévez A ILLA / LA VOZ

A ILLA DE AROUSA

MARTINA MISER

Cuando las mareas son propicias, un coche reparte a los mariscadores ilegales por las playas de esta localidad arousana

01 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Durante muchos años, las cofradías del sur de Arousa vivieron ajenas al drama que, al otro lado de la ría, escribían los furtivos. Sin embargo, parece que el cortafuegos invisible que separaba los dos lados del mar empieza a borrarse. El patrón mayor de A Illa, Juan Rial Millán, informó ayer de que en esta localidad está operando un grupo de mariscadores ilegales perfectamente organizado. Una banda integrada por vecinos de la comarca con pasados turbios, que han encontrado en el marisqueo ilegal una fuente de ingresos que están dispuestos a explotar.

Suelen llegar hasta A Illa, dice Rial Millán, cuando hay grandes secas, como las de estos días. Ayer mismo, los servicios de vigilancia de la cofradía fueron alertados de la presencia de un furtivo trabajando en los arenales isleños. «En nada de tempo, xa xuntara catro quilos. Moita era ameixa pequena, claro», cuenta Rial Millán, que tiene claro que buena parte de ese producto nutre viveros y negocios de hostelería con pocos escrúpulos.

Afirma el patrón mayor que el problema que ha surgido en A Illa no es baladí. «É un grupo moi organizado, moi profesionalizado», relata. Se nota en muchas cosas, dice. Como la manera en la que llegan a las playas. «Teñen un vehículo, unha furgoneta ou un turismo, que vai deixando a un ou dous homes en cada punto», relata Millán. Escogen los lugares con cuidado: buscan siempre aquellos desde los que es más fácil acceder a los bancos marisqueros que pretenden desvalijar.

Obviamente, los furtivos ponen sus ojos en los puntos en los que hay más marisco. Pero, es pura lógica también, es en estos lugares donde la cofradía redobla esfuerzos. Hasta la próxima semana, tanto el sector como los vigilantes extremarán las precauciones, pero es mucho el territorio al que estar atento. Por eso, desde el pósito han decidido dar la batalla en otros frentes. En ese sentido, Juan Rial Millán ya ha mantenido contactos con el alcalde de A Illa, Carlos Iglesias, al que ha informado del problema y al que ha pedido ayuda: la instalación de alumbrado en A Canteira, Con Serrado y Xestelas, tres lugares en los que la oscuridad permite a los furtivos trabajar cómodamente.

Rial Millán ha pedido ayuda al Concello para iluminar algunas concesiones

«Bótamonos os mariscadores a vixiar porque sabemos que están por aquí»

Lo peor no es que haya un grupo de furtivos trabajando con diligencia para desvalijar las zonas en las que los mariscadores han depositado semilla y esfuerzo. Lo peor, dice Juan Rial Millán, es que esos mismos ilegales se sienten a sus anchas en los arenales que asaltan. Se sienten intocables, porque «van acumulando denuncia tras denuncia e ven que non lles pasa nada», dice. Por no hablar de lo difícil que es reunir pruebas incontestables contra estos profesionales de lo ilegal. «Onte á noite colleron a un con traxe de neopreono, pero tirou as ameixas. ¿E que se pode facer?», se pregunta el patrón mayor isleño, que está dispuesto a solicitar una reunión con la conselleira do Mar para pedirle que se tomen cartas en el asunto antes de que los conflictos vayan a más.

Al otro lado del puente, en Vilanova, el sector marisquero también está preocupado. «Todos sabemos que andan rondando por aquí», dice la patrona mayor, María José Vales. Por eso, «botámonos os mariscadores a vixiar, incluso de noite, porque sabemos que están por aí e que hai que paralos ou acaban con todo», razona. «Están moi confiados, porque denuncia tras denuncia ven que non lles pasa nada», dice el responsable del pósito de A Illa, quien al igual que su homóloga al otro lado del puente considera que la ley que reconoce el furtivismo como delito no está dando los resultados previstos. Tampoco el cerco de los guardapescas, porque «nós mandamos as actas a Santiago, pero non parece que pase nada», reflexiona la vilanovesa.

«Á vista está que lles dá igual que os atopemos. Rinse na cara dos vixilantes, e mesmo nos ameazan dicindo que nos preparemos, que van vir máis e máis veces», concluye el patrón mayor de A Illa.