La policía de A Illa actuará de oficio para que los furtivos respondan ante el juez

b. c. A ILLA/ LA VOZ

A ILLA DE AROUSA

cedida

Los agentes contribuyeron a identificar a dos presuntos furtivos a los que se intervinieron cuarenta kilos de semilla de almeja

24 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El patrón mayor de A Illa, Juan José Rial Millán, pedía esta semana penas de cárcel para los furtivos. Es, en su opinión, la única forma de combatir este problema porque la vía administrativa -que se salda con la imposición de multas- se está demostrando poco eficaz. Su petición no ha caído en saco roto.

La Policía Local de A Illa va a actuar de oficio para que este tipo de casos lleguen a los tribunales. Los agentes instruyen diligencias en relación al operativo contra el furtivismo desplegado el martes de madrugada en este municipio, en el que colaboraron agentes locales. El resultado fue la identificación de dos isleños como presuntos furtivos y la incautación de cuarenta kilogramos de semilla de almeja y raños.

Grupo organizado

Según la cofradía, se trata de un grupo organizado formado por una docena de personas que han sido identificadas como vecinos de la localidad y sobre las que pesan ya varios expedientes administrativos, «

pero como son insolventes, non hai nada que facer»

, se lamentaba Rial Millán. Por eso pide que se actúe con la ley en la mano que, ahora sí, tipifica el furtivismo como delito. Las penas van de seis meses a dos años de prisión y se pueden agravar en caso de que se demuestre que los furtivos operan en grupos organizados. La ley también establece la inhabilitación para la práctica del marisqueo por un período de entre dos y cinco años para aquellos que sean sorprendidos trabajando de forma ilegal en las playas.

Una medida pionera

Hace dos años que entró en vigor la reforma del Código Penal que tipifica el furtivismo como delito pero son muy pocos los casos que llegan a los juzgados. La Policía Local de A Illa hará de correa de transmisión de las reivindicaciones de la cofradía y se convierte así en pionera a la hora de actuar en este campo.

No es habitual que los agentes municipales intervengan en los operativos contra el furtivismo. Normalmente, estas intervenciones quedan en manos de los servicios de vigilancia de las cofradías, de la Guardia Civil y de Gardacostas. En A Illa han dado un paso más y la policía se ha sumado a esta batalla contra el marisqueo ilegal. Según los datos de la cofradía arousana, la acción de los furtivos no solo le supone un gasto adicional en vigilancia sino que le esquilma los bancos productivos e hipoteca las campañas futuras.