Los festivales y el parque nacional Illas Atlánticas animaron la afluencia de turistas

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

A ILLA DE AROUSA

As Revenidas y el Atlantic Fest atrajeron a más de veinte mil personas a la comarca arousana

07 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La campaña estival de este año pasará a la historia como la de las cifras récord. Volvemos a números que recuerdan los años de bonanza anteriores a la crisis y que, en más de un baremo, incluso los mejoran. Si el 2015 fue bueno, para el verano actual el calificativo más acorde es excelente. No hay lugar a dudas. El sol, la oferta cultural y deportiva, el patrimonio de Pontevedra y Combarro y el paisaje natural de Ons han conquistado, como hacía tiempo que no se veía, el corazón de los turistas.

Pontevedra es referencia cultural en el noroeste de España. Los magníficos resultados de agosto se tradujeron, según el Padroado de Turismo Rías Baixas, en un 90 % de ocupación media en la capital para las primeras tres semanas, y un 89,2 % en la provincia.

Esta avalancha de visitantes la percibieron también las oficinas de turismo de la ciudad, que contabilizaron en un solo mes cerca de diez mil personas que se acercaron a buscar información (9.737). ¿Qué le llama la atención a los veraneantes que se dejan ver por la ciudad? La concejala Anabel Gulías, encargada del área de Promoción da Cidade, lo detalla. Primera sorpresa. «O primeiro polo que preguntan non é patrimonial». Añade: «Os turistas quedan sorprendidos pola cantidade de xente nas rúas e das terrazas e de que haxa moitos nenos na rúa xogando». El centro histórico despierta el interés, pero no tanto los grandes edificios de piedra, que también, sino la calidad de vida de los ciudadanos. «Nomeadamente gustan moito as prazas, chegas de xente, e o ambiente», recalca la edila. A la hora de escoger un edificio: la basílica de Santa María. Aquí no hay dudas tampoco. Y a mayores, como no podía ser menos, la gastronomía: pulpo, marisco y pescado.

Desde el punto de vista cultural, el Museo ocupa un lugar privilegiado. Preside ese turismo que quiere saber más y que, además de sol y playa, busca profundizar en la historia de Galicia. Y son muchos. Echen cuentas: en junio, 5.579 visitantes; en julio, 5.939; en agosto, 30.503. En un mes han visto las colecciones del Museo más personas que vecinos tienen concellos como Marín o Redondela.

Cinco citas musicales convocaron a 196.000 personas en la provincia. El festival de As Revenidas atrajo a unas quince mil personas según los datos de la Diputación Provincial, a los que hay que añadir a seis mil más en el Atlantic Fest que se celebró en A Illa de Arousa.

La ocupación hotelera

En el ámbito natural, Ons es una de las joyas de la corona. El recuento de agosto aún no está hecho, pero Medio Ambiente confirma que ha habido más gente que el verano anterior. En Sanxenxo y O Grove, los datos de afluencia también son abrumadores. Una ocupación que rozó el 100% en la primera quincena y que arrojó un 87,8 % para el mes. Más cifras. En agosto se recogieron más de dos millones de kilos de basura y el consumo de agua superó los 366.000 metros cúbicos. En resumen, lleno hasta la bandera.

«En la isla deberían tener abierto el faro»

El desfile de personas en las casetas de los barcos de pasaje que unen Sanxenxo con Ons es constante. A media mañana hay incluso que guardar cola para hacer consultas o comprar un billete. Pasó ayer y lleva ocurriendo todo el verano. En los fines de semana aún hay más. Ons, una de las islas del único parque nacional que existe en Galicia, mantiene intacto su tirón entre los visitantes, es más, en esta campaña estival la cifra de veraneantes que se ha acercado a su escapado litoral salpicado por playas de arena fina se ha incrementado. En mayo visitaron la isla, dentro de distintos programas divulgativos y sociales algo más de dos mil personas; en junio, con los barcos haciendo rutas los fines de semana se superó la barrera de los 7.300; y en julio, el número de visitas se disparó hasta los 27.456, dos mil más que en el 2015. En agosto ha sido todavía más multitudinario.

Ahora, al final de la temporada estival, el número de visitantes sigue siendo elevado. ¿Qué buscan en Ons? Un turismo distinto. Naturaleza, paisajes que quitan el hipo, playas que no están tan saturadas como en otras partes del litoral y buena gastronomía. Lo decía ayer un grupo de amigos en el puerto deportivo de Sanxenxo. «Vamos a dar un paseíto, a comer», bromeaban. Con sus mochilas playeras al hombro y preparados para disfrutar, en este grupo de sanxenxinos, pontevedreses y madrileños se juntan los que van todos los años al enclave buenense y los que, aunque lo conocen, hace tiempo que no pasan por la isla. «Deberían tener abierto el faro» es casi la única queja. Por lo demás, Ons es un paraíso.