Auge de caminos con bandera azul

Lars Christian Casares Berg
Christian casares PONTEVEDRA / LA VOZ

A ILLA DE AROUSA

MARTINA MISER

Las Rías Baixas han multiplicado estos senderos y ahora buscan ser atractivo turístico

12 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A 54.000 euros le sale la bandera azul por playa al ayuntamiento que más tiene en las Rías Baixas: Sanxenxo. Y no es que las compren, que no están en venta, sino que mantener los servicios que requiera una playa con bandera azul le sale más o menos a ese precio. Pero ahora que muchos ya dan por sentado que la bandera ondea año tras año en las playas de las Rías Baixas como si fuese algo tan habitual como la misma arena, llega el auge de los senderos con bandera azul.

Es una distinción aún no tan común ni conocida como las banderas azules de los arenales, pero que está experimentando un auge inédito en la costa pontevedresa. Tanto que va camino de alcanzar al de las playas. Pontevedra es ya la segunda provincia con más número de senderos de este tipo de España, solo detrás de Alicante.

Básicamente un sendero azul es una ruta costera practicable que enlaza con un puerto o una o varias playas que ya tienen bandera azul. En las Rías Baixas hay ya once y ahora la Diputación quiere convertirlas en un reclamo turístico tan fuerte como ha sido en los últimos años la enseña para las playas.

Los senderos azules están en Cangas (Roteiro de Donón), Vigo (Camiño a Beiramar, Senda entre Faros, Senda Litoral e do Monte da Guía), Bueu (Cabo Udra), Illa de Arousa (Senda Bao-Xestelas), A Guarda (Senda Litoral da Guarda), Nigrán (Sendeiro Litoral Ecosistema Dunar Praia América-Panxón), Baiona (Sendeiro Litoral de Baiona), Marín (Sendeiro Azul Ruta das Praias) y Ponte Caldelas (Sendeiro Azul do Río Verdugo). La Diputación de Pontevedra desarrolla en ellos un programa de inversiones con el que se busca mejorar la señalización, dotarlos de mobiliario, reparar recursos patrimoniales como fuentes, el mantenimiento en sí de las sendas y la promoción de las mismas.

Antes de que finalice el mes, está previsto que los ayuntamientos firmen con la Diputación una serie de convenios que lo hagan posible. Los técnicos de la institución provincial ya han realizado visitas en los propios municipios para pulsar las necesidades de cada camino.

La iniciativa cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. El principal objetivo es «promover el desarrollo sostenible de las zonas litorales mediante el cumplimiento de unos criterios de calidad que garanticen la preservación y mejora de las condiciones ambientales existentes; la seguridad y facilidad de uso para los visitantes, y una gestión integrada y coherente de los valores naturales, históricos, culturales y etnográficos» que conforman el patrimonio litoral.

El auge de los senderos se está dando en buena parte del litoral español, con cinco veces más ahora que en el 2011, cuando se distinguieron por primera vez. Pero en esta carrera, las Rías Baixas van con ventaja. Y tratan ahora de que los quinientos kilómetros de litoral que ofrece la provincia se pongan en valor de la mano, no solo de sus playas, sino también de las sendas que los conectan y que son, en muchas ocasiones, todavía unos desconocidos. De evitarlo se encargará una campaña de promoción. Hay once, con decenas de kilómetros en total, suficientes, para garantizar un paseo tranquilo junto al mar aunque se hagan famosos.

En las Rías Baixas hay once, lo que convierte a la provincia en la segunda de España