Enérgica protesta de los sindicatos por el indulto al constructor de A Illa

s. luaña vilagarcía / la voz

A ILLA DE AROUSA

Tanto la CIG como CSI-F lamentan la decisión del Gobierno

15 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

No solo las autoridades locales y los trabajadores del Concello de A Illa se soliviantaron el saber que el Consejo de Ministros del pasado viernes había acordado conceder un indulto parcial al constructor de A Illa que fue condenado por encerrar, zarandear y amenazar a la arquitecta municipal en su despacho. La reacción de condena enérgica no se hizo esperar y ayer, tanto la CIG como CSI-F (Central Sindical Independiente y de Funcionarios) enviaron sendos comunicados en los que lamentaron la decisión del gobierno central. Es más, CSI-F ya adelantó que trasladará esa protesta por escrito a Madrid.

La CIG dice no entender que un Gobierno que debe defender a sus empleados «actúe desta forma cunha persoa que quedou demostrado que atentou contra a integridade física e psíquica dunha funcionaria municipal que obrigou a intervir ás forzas e corpos de seguridade do Estado», y pide a todos los gobiernos, ya sean estatales, autonómicos o locales, «que actúen en defensa dos empregados públicos».

Mayoría de mujeres

El CSI-F recuerda que la agresión es si cabe más grave por producirse contra una mujer, ya que son ellas las que las reciben de forma mayoritaria -un 52 % frente a un 36,5 % de los hombres- por ser mayoría en las plantillas y por su vulnerabilidad, y entiende que el indulto «envía un peligroso mensaje de impunidad a la sociedad frente a las agresiones a los empleados públicos».

El sindicato enmarca lo ocurrido en una campaña de desprestigio que han sufrido los funcionarios en los últimos años, «en los que se les ha hecho en parte -aseguran- responsables de la crisis».

Quien por supuesto está satisfecho con la decisión del Consejo de Ministros es el afectado, el constructor Juan Manuel Chaves Dopazo, que se verá libre de ir a prisión por la rebaja de la pena de tres a un año por retención ilegal. Chaves reconocía ayer que estaba aliviado y arrepentido por lo que había hecho aquel día del 2010 en el que ocurrieron los hechos denunciados. Pero si bien admite que cerró la puerta del despacho de la arquitecta, con la misma vehemencia asegura que ni la zarandeó ni la amenazó. «Era un despacho con porta de cristal e todos fóra puideron ver o que ocorría». A su entender, los testigos mintieron. «Foron trampas que lle contaron ao xuíz. Como no fútbol, que hai penaltis e os árbitros non os ven».

Ni él ni su abogado saben los motivos por los que el Consejo de Ministros acordó conceder el indulto, pero el letrado, Roberto Adán, considera que son los mismos que llevaron al juez a decir «que la condena era muy dura, una pena privativa muy elevada. Yo defendí varios atenuantes y supongo que habrán sido determinantes para el indulto».

«Foron trampas que lle contaron ao xuíz. Como no fútbol, que hai penaltis e os árbitros non os ven»

Juan Manuel Chaves