Desde el curso 2003/04, nunca hasta ahora había vuelto a cerrar la jornada 3 sin puntos. «Temos que ter tranquilidade. Imos darlle unha marxe de confianza e ánimo ao equipo», declara el presidente del club
24 sep 2024 . Actualizado a las 09:43 h.El enorme crédito con el que arrancaba la temporada el proyecto diseñado a cuatro manos por Míchel Alonso, desde el vestuario de A Lomba, y Dani Abalo, con su trabajo en los despachos anexos del estadio municipal de Vilagarcía de Arousa, está a punto de agotarse cuando todavía no se ha completado siquiera el primer mes de campeonato. Claro favorito junto a la UD Ourense y el Racing Vilalbés a pelear al término del curso por el ascenso directo a la Segunda RFEF, el Arousa comparte con el Atlético Arteixo la condición de colista del Grupo 1 de la Tercera. Los dos, con idénticos números: tres derrotas, cero goles a favor y cuatro en contra.
Mire por donde se mire, cualquier análisis individualizado delos elementos de valoración apuntan a una situación extremadamente preocupante en la casa arlequinada. La que resume el hecho de encontrarnos ante el peor arranque de Liga del conjunto vilagarciano en los últimos 21 años. Concretamente, desde la temporada 2003/04. Entonces, con el equipo militando también en la Tercera, el Arousa completaba la tercera jornada de Liga con sendas derrotas ante el Lugo (3-1), Deportivo B (0-2) y Negreira (0-2). También, como ahora, habiendo disputado dos de los tres partidos en A Lomba. La diferencia, el solitario gol a favor que llevaba 21 años atrás, si bien entonces el diferencial respecto a los tantos encajados era de un -6, por el -4 de ahora. Aquel Arousa 2003/04, que empezó dirigido por Santi Padín, acabaría la primera vuelta en el puesto que hoy ocupa el de Míchel Alonso, el penúltimo de la clasificación, tras sumar tan solo 13 de los 57 en juego —la Liga era de 20 equipos, por los 18 de ahora—. De la mano de Milucho Alonso, acabaría salvándose, ocupando el puesto 16 con 5 puntos de colchón sobre el descenso.
Resulta difícil de creer que nadie pueda imaginar al actual Arousa protagonizar una temporada como la de la versión 2003/04. Otra cosa bien diferentes es la creciente preocupación e, incluso, el incipiente pesimismo entre una parte de la afición arlequinada cansada de tantos proyectos llamados a llevar al Arousa al fútbol semiprofesional y naufragados casi en su totalidad. Evitar que dicho estado de ánimo y opinión siga avanzando pasa por ganar a domicilio en la matinal de este domingo (12 horas) en el campo de un rival directo como el Racing Vilalbés.
«Temos que ter tranquilidade. Imos darlle unha marxe de confianza e ánimo ao equipo»
Nueve puntos de desventaja respecto a los colíderes Sarriana, CD Estradense y Silva, 7 con los poderosos Racing Vilalbés y UD Ourense y el sorprendente Viveiro; 6 con su último verdugo y recién ascendido Noia. Resulta difícil que el desánimo no cunda entre la afición del Arousa. Sobre todo, cuando todavía está tan fresca la experiencia de la temporada anterior, en la que los diez puntos cedidos en las cuatro primeras jornadas de Liga por el equipo entonces entrenado por Luisito fueron el principio del fin de un Arousa que nunca llegó a competir por el ascenso directo, para fracasar con idéntico estrépito en la vía del salto de categoría a través de la promoción.
Ayer, tanto el presidente del club, Manolo Abalo, como su director deportivo, Dani Abalo, mantuvieron su discurso de llamada a la tranquilidad y la confianza en la plantilla reunida este verano con la mira en el regreso a la Segunda RFEF.
«O fútbol é fútbol, pero o equipo é novo e hai que ter un pouco de paciencia», di Manolo Abalo, para añadir: «Gustaríanos estar de líderes, pero no fútbol 2 máis 2 son 24. Temos xogadores que inda se están integrando, coma Javi Rey ou Duque. Temos que ter tranquilidade. Imos darlle unha marxe de confianza e ánimo ao equipo».
«Tenemos que estar lo más unidos posible y darle la vuelta a la situación», señala por su parte el director deportivo del Arousa. Dani Abalo reconoce que «el equipo está un poco por debajo del nivel que debería», y lo achaca principalmente a un tema psicológico. Una situación en la que se acumula la derrota en la primera jornada, en casa, y un segundo tropiezo en Viveiro, en un duelo en el que el director técnico arlequinado entiende que el Arousa mereció puntuar; no hacerlo no habría hecho más que elevar la ansiedad en las filas vilagarcianas.
Dani Abalo resalta que urge dar un cambio a la situación, y reparte responsabilidades: «Tenemos jugadores que han militado en superior categoría y tienen que dar la vuelta a esto».