O Grove convierte el Enterro da Sardiña en un homenaje a cuatro grandes del carnaval meco
AROUSA

Diego «Pirri», Soutullo y Mañoña serán nombrados a título póstumo como «choqueiros maiores»; el hueco de Javier Sanmartín, que oficiaba de obispo en este acto, no se cubrirá. Habrá, eso sí, muchos curas leyendo las letanías
14 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.O Grove pondrá el broche a su Entroido con un entierro de la sardina más especial de lo normal y que se espera multitudinario, pues contará con la presencia de todas las comparsas mecas, algunas de ellas, con percusión incluida, y con una charanga a mayores que encabezará la comitiva para proporcionar el ritmo necesario a la procesión. Será un funeral sin obispo, como era de esperar. La falta de Javier Sanmartín, fallecido hace unos meses, deja un gran vacío, así que en esta ocasión solo habrá curas leyendo las letanías, pero su espíritu estará presente en tan importante acto. A las tres sardinas que saldrán en procesión, realizadas por el habitual grupo de voluntarios, las acompañarán también su traje y su gorro en la carroza.
El entierro estará dedicado a tres vecinos que vivían de manera significativa el Entroido Meco, Diego Míguez Pirri, Mañoña y Ricardo Soutullo, desaparecidos recientemente y muy queridos en la localidad. A ellos se le entregará de manera póstuma el Choqueiro Maior.
El entierro será este viernes 16 de febrero a las ocho y media de la tarde, arrancará de la Praza de Arriba, con el rezo del Padre Nuestro del entroido y el responso por la finadiña, y luego le seguirá el acto recordatorio al Papa Javier Campaña para acto seguido hacer homenaje a los choqueiros maiores.
El Enterro da Sardiña no es cosa cualquiera, las letanías perfectamente engrasadas recordarán lo que esta edición del carnaval con el mejor humor y luego se bendecirán «os patajillóns novis», porque en sitio de mar eso no puede faltar. La comitiva, como es habitual repartirá mini bocadillos con tal manjar a los asistentes. La numerosa procesión recorrerá Rúa da Praza, Pablo Iglesias, Luis Seoane, Luis Casais, Platería, Cruceiro, calles de Peralto, Beiramar e Praza do Corgo, donde la difunta sardina será incinerada ante cientos de ojos que llorarán el fin de la fiesta más querida en la península, su gran Entroido.