«Vi jugar a España en Vilagarcía en el 2000, pero ahora las niñas van a Pasarón con los ojos como platos. ¡Flipan con la selección!»
AROUSA
Jugadora del Atlético Arousana desde su fundación, Carolina Baños pone la ilusión de sus canteranas por ir al partido de Pasarón como medida del bum del fútbol femenino
30 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Veintinueve años de existencia cumplirá el próximo mes el Atlético Arousana. Veintinueve años en los que la presencia de Carolina Baños sirve de nexo entre todas y cada una de la plantillas que han ido vistiendo la elástica del primer club de fútbol femenino de Arousa. Integrante de aquel grupo de 31 jóvenes que aprovecharon las circunstancias para poder empezar a disfrutar como los chicos de su edad del deporte que las motivaba. En su caso, de que Miguel Coello, el padre de Sonia Coello, era trabajador municipal en el viejo campo de tierra Mundial 82, lo que les facilitó un terreno de juego, primero, y un patrocinador poco después, que les ofreció su respaldo económico si se decidían a montar un equipo. Con este punto de partida, y la perspectiva de quien ha vivido la evolución del fútbol femenino gallego y español las tres últimas décadas, Carolina Baños resulta una voz más que autorizada para entender el valor y el impacto del partido que medirá mañana a las selecciones absolutas de España e Italia en Pasarón en competición oficial.
«A mí me coincidió de ir a una reunión con mi madre y las madres de otras jugadoras junto a gente del Aguiño y el Val do Ulla con directivos de la Federación Galega de Fútbol en Pontevedra, señores muy mayores, para reclamar una competición oficial de fútbol femenino en Galicia», recuerda la vilagarciana hablando de mediados de la década de los 90. Aún así, el primer año de existencia del club «tuvimos que jugar al fútbol sala», y como «no nos gustaba montamos una primera Liga, no federada», a cuatro vueltas y con torneo de copa para compensar los pocos equipos que por entonces eran. El empeño del primer presidente del Atlético Arousana, Miguel Coello, y la colaboración del también vilagarciano Celso Couso, en aquella época directivo de la Federación Galega por elección de los clubes y padre del primer entrenador del Arousana, dio paso a la creación de la primera competición federada de la comunidad poco antes del cambio de siglo.
Acababa de ganar el equipo el título de Liga que, junto al de Copa, le abriría ese mismo verano las puertas de la Primera Nacional, durante muchos años la segunda categoría del fútbol femenino español, cuando Carolina Baños tuvo la oportunidad de ver por primera vez a la selección absoluta femenina en vivo y directo en casa. El 21 de mayo del año 2000 el combinado entonces dirigido por el hoy para nada añorado Ignacio Quereda se medía a Francia sobre el césped de A Lomba en la fase de clasificación para la Eurocopa. España cayó 1-2, con el gol de Yolanda a pase de Rosa Castillo a cinco minutos de la conclusión resultando insuficiente para neutralizar los tantos de Mugheret. «Hubo mucha gente», pero Carolina reconoce no recordar mucho más. Ni siquiera el nombre de ninguna de las internacionales españolas. Nada que ver con el partido de las Aitana Bonmatí, Jenni Hermoso y compañía de mañana frente a Italia.
«El Arousana vamos con un autobús lleno con 60 jugadoras, que son las entradas que nos vendió la Federación, y más que vendrían de poder tener más». Y es que, explica la veterana futbolista, mientras «cuando vino a Vilagarcía la selección en el 2000 a mí me gustó, aunque lo vi como un partido más, para las niñas ahora las jugadoras de la selección son referentes. ¡Es que flipan! Lo ven desde otra perspectiva, como si fuera la selección masculina. Está muy bien. La pena es que no sea en Balaídos. Yo creo que se llenaría también».
Para Carolina, desde hace años también directiva del Arousana, «para nosotras es un orgullo que nuestras niñas pequeñas lo vivan con esa ilusión. Van con los ojos como platos». Los que a ella se le habrían puesto si hace 29 años, peleando con sus compañeras pioneras por un campo y una competición en las que simplemente poder jugar, les dijeran que iban a ver a su selección alzar la copa de campeona del mundo.