Así se debe reciclar en casa la materia orgánica

Bea Costa
bea costa VILANOVA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

Vilanova, Cambados, O Grove y Catoira acogen charlas para explicar a la ciudadanía el correcto uso del contenedor marrón

16 dic 2023 . Actualizado a las 12:17 h.

El reciclaje de los restos orgánicos se puede realizar, hasta la fecha, por el sistema del compostaje. En la comarca ya lo están haciendo miles de hogares a través de composteros individuales y comunitarios. A partir de 1 de enero se tendría que poder hacer, además, a través de unos contenedores específicos de color marrón que, junto a los de envases, papel o vidrio, pasarán a poblar las calles de pueblos y ciudades.

Así lo establece una directiva europea y, con este objetivo, la Xunta y los concellos se han puesto manos a la obra, aunque todo indica que no dará tiempo a cumplir con los plazos legales. La planta construida en Baión (Vilanova) para el depósito y tratamiento de los biorresiduos estará operativa en diciembre, pero 2024 arrancará con pocos contenedores en la vía pública. Entre tanto urge ir quemando etapas y la concienciación es clave en la carrera por el reciclaje. Está en juego la salud del planeta y la cartera, pues los concellos que no cumplan con los parámetros establecidos por Europa en materia gestión de residuos podrían ser objeto de sanciones.

Este miércoles se impartió en Vilanova la primera de las charlas organizadas por Sogama en la comarca con motivo de la Semana Europea de la Prevención de Residuos -en la imagen-. El viernes proseguirán en O Grove —a las 17 horas en la Sala das Cunchas del Concello— y en Cambados —a las 19 horas en la Casa da Calzada— y el martes 28 será en la sala Emilio Ferreiro do Edificio Multiusos.de Catoira (18.30 horas)  con el fin de disipar las dudas que existen sobre la correcta separación de residuos, que todavía son muchas. Además, estas charlas se aprovechan para repartir entre los asistentes cubos marrones domiciliarios de forma gratuita y regalar bolsas plegables y reutilizables para la compra.

Martina Miser

Lo que se puede y no se puede echar al cubo marrón

En el contenedor marrón se pueden y se deben depositar los restos de comida, el papel de cocina usado, las servilletas, los posos del café, las bolsas de infusiones, los restos de plantas, flores y pequeños restos de poda, palillos mondadientes, alpiste, cáscaras de huevo, tapones de corteza natural y bolsas biodegradables. No se pueden tirar aceite de cocina ni cualquier otro líquido, tampoco los restos de la aspiradora, las colillas de tabaco ni cenizas, y el papel higiénico, los pañales y las compresas tambien quedan desterrados del cubo marrón. Todo ello se considera «fracción resto» y debe depositarse en los contenedores grises o verdes que hoy en día todavía muchas personas utilizan para verter todo lo que no son envases de plástico, vidrio, pilas o papel.

El objetivo de estas iniciativas divulgativas es tejer una gran red que permita alcanzar los máximos niveles de reciclaje en origen, en las casas y en las empresas, y reducir así a la mínima expresión la incineración de residuos que se realiza en la central de Sogama. El material que se recoja en el contenedor marrón será transportado a la flamante planta de biorresiduos de Baión (Vilanova) donde pasará por varias fases. Primero se realiza un pretratamiento en el que se retiran los elementos impropios —no orgánicos— y después se someterá a un proceso de fermentación, maduración y, por último, a su almacenamiento. El compost resultante se utilizará como abono y fertilizante para la agricultura y la jardinería.

El caso cambadés: un modelo mixto en el que se dará prioridad al compostaje

Concellos como el de Cambados implantaron el contenedor marrón hace meses mediante una recogida puerta a puerta que se dispensa a los grandes productores de materia orgánica, caso de los bares y restaurantes. El próximo asalto será en los domicilios. El pleno votará el día 30 la adhesión del Concello al convenio con Sogama para el uso de la planta de biorresiduos de Baión, pero esa será solo una pata de las dos sobre la que se sostendrá el reciclaje de la materia orgánica.

El alcalde Samuel Lago explica que la principal apuesta de Cambados pasa por el compostaje, porque resulta más económico y porque ya hay una importante infraestructura desplegada en el municipio. El martes se entregó una nueva remesa de composteros individuales y en los próximos meses se colocarán dos nuevos de carácter comunitario que se sumarán a los cinco que hay ya en el pueblo.

Poco a poco, los contenedores de tapa marrón pasarán a formar parte del paisaje urbano, pero, antes, hay que hacer cuentas. Ampliar la recogida a esta fracción de la basura supondrá un sobrecoste de 38.000 euros en la factura anual que el Concello abona a la empresa concesionaria de servicio, a lo que hay que sumar la compra de los propios contenedores y los costes del transporte a la planta de Vilanova.

Llega la hora de buscar subvenciones para afrontar todos estos gastos, pero los alcaldes temen que no serán suficientes y apelan a la Xunta y la Diputación para afrontar este nuevo reto.