Amigos de Galicia constata «dificultades enormes» para cubrir la vendimia

AROUSA

El número de personas interesadas en trabajar en la campaña de recolección de la uva ha caído
26 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Este año, numerosos carteles colgados en farolas, marquesinas y paredes ofrecen puestos de trabajo bajo las parras de albariño de O Salnés. La vendimia se acerca y las bodegas saben que no será fácil completar el plantel de trabajadores necesario para poder recoger la uva en un tiempo razonable. De esa realidad puede dar testimonio Gabriela Felpete, orientadora laboral de la Fundación Amigos de Galicia, entidad que lleva varios años funcionando como puente entre quienes demandan empleo y las cooperativas y bodegas gallegas.
«El año pasado ya hubo problemas para conseguir trabajadores para la vendimia», explica Felpete. En aquella ocasión, la situación pudo solventarse porque «la campaña fue escalonada, los días de trabajo finalmente no coincidían y la gente se pudo repartir e ir primero a un sitio y después a otro», razona. Pero no tiene nada claro que este año vaya a ser así. «Da la impresión de que este año se va a concentrar mucho el trabajo en los mismos días, y eso va a dificultar conseguir a los trabajadores; este año está habiendo dificultades enormes. Es lo que pasa cuando es tiempo [atmosférico] el que marca los plazos», señalan desde Amigos de Galicia.
¿Qué ha pasado para que, en apenas unos años, la vendimia haya dejado de resultar atractiva, para que falten manos para recoger la uva? Probablemente no haya una única razón, casi nunca las cosas son tan simples. Gloria Felpete señala que «realmente hay personas que están interesadas en sumarse a la campaña, pero que no pueden hacerlo por distintos tipos de limitaciones». Una, primordial, la falta de transporte. «Mucha de la gente que se interesa se encuentra con que no tiene cómo llegar. Hay quien no tiene coche, el transporte público está como está, y además los lugares en los que se vendimia pueden estar un poco aislados».
Pero ese inconveniente no es nuevo, siempre se ha dado. Sin embargo, antes era relativamente fácil organizar grupos para compartir coches, algo que hoy en día parece imposible debido a las exigencias de las leyes de protección de datos. «Luego que, desde el covid, parece que a la gente le cuesta mucho más trabajo que antes relacionarse con los demás», explican desde la fundación.
El hecho de que el inicio de la vendimia no se sepa a ciencia cierta con demasiada previsión también juega en contra del sector, ya que aquellos aspirantes a los que se les plantean ofertas alternativas y más cerradas, suelen preferirlas. «Hay casos de personas que están apuntadas y que, cuando por fin llega el momento de ir a vendimiar, ya están con otra cosa y no van», explica Felpete. Y apunta a un tercer elemento que podría haber visto modificado el trabajo bajo las viñas: el cambio del calendario lectivo en las universidades. La vendimia se había convertido en una fórmula empleada por los estudiantes de la zona para hacerse con algún dinero que les ayudase a hacer frente a sus gastos durante el curso. Sin embargo, el adelanto del inicio del curso académico ha hecho que la vendimia haya dejado de tenerse en cuenta como una alternativa, como una opción.