La huelga del metal escala un peldaño con la quema de neumáticos en un acceso a Vilagarcía
AROUSA
Los convocantes del paro se desvinculan de la acción y desmienten a quienes criminalizan a los piquetes, en medio de la tensión en crecimiento de los trabajadores
29 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Circular hacia el centro de Vilagarcía desde el norte de la ciudad resultó complicado ayer al mediodía. Prácticamente imposible tratándose de la avenida Rosalía de Castro, que comunica Carril con el casco urbano. Trabajadores del sector del metal, movilizados en una huelga que se recrudece, quemaron neumáticos sobre la vía, a la altura del aparcamiento público disuasorio. La acción obligó a la policía a cortar el tráfico en una arteria que cada día registra el paso de más de 10.000 vehículos.
Bombeiros do Salnés retiraron el material fundido de la calzada, con la colaboración del Servizo de Emerxencias de Vilagarcía, pero limpiarla necesitó de más tiempo. El tráfico permaneció cortado unos tres cuartos de hora.
De forma paralela, a la misma hora, una manifestación partía desde otro de los accesos a la capital arousana, el que conecta Vilagarcía con Pontevedra. Desde la rotonda de la avenida de As Carolinas, unos 400 trabajadores, según las centrales sindicales convocantes, 250 en cálculos de la Policía Local, se encaminaron por la avenida Rodrigo de Mendoza para dirigirse a la plaza de Galicia. Un cambio de trayecto respecto al seguido en las tres jornadas anteriores de huelga y movilizaciones que precedieron a la de ayer, cuando los asalariados que reclaman un giro en la postura de las patronales del sector en la negociación del nuevo convenio colectivo provincial habían enfilado a la plaza de Ravella, a los pies del consistorio vilagarciano. La variación, explica el responsable comarcal de la CIG en O Salnés, Xan Bouzas, Tupi, pretende elevar la visibilización de las reivindicaciones de los huelguistas entre el conjunto de la ciudadanía.
La cuarta jornada de paro evidenció en Arousa lo que en el resto de la provincia, con una escalada en el nivel de tensión de los trabajadores, movilizados por las tres centrales sindicales mayoritarias, CIG, Comisiones Obreras y UGT. Su principal reivindicación, conseguir de los empresarios un acuerdo que les garantice su actual nivel de poder adquisitivo durante los tres próximos años, duración prevista para el nuevo convenio colectivo de Pontevedra. Con todo, Xan Bouzas desligó ayer la quema de neumáticos en el acceso norte de Vilagarcía de la huelga: «Nós non temos nada que ver cos neumáticos. Se hai xente espontánea nós non temos que ver nada con iso. A esa hora estabamos manifestándonos no centro de Vilagarcía».
En la misma línea, desde la parte sindical y convocante de la huelga responden a quienes pretenden criminalizar la acción de los trabajadores movilizados: «Son mentiras. A Policía anda todo o tempo connosco, desde que empezamos os piquetes informativos ás 5 da mañá ata á noite, que rematamos. Non hai ningún tipo de ameaza nin coaccións pola nosa parte», señala Tupi, quien sí admite: «Nalgún momento hai tensión. Normal. A xente está queimada. Aquí ninguén está por eternizar o conflito. O que ten que cambiar é a postura intransixente da patronal».
Los sindicatos resaltan que «cada vez hai máis centros de traballo pechados» respecto a la jornada anterior de paros, iniciados el día 15, con convocatorias después el 20, 22 y este miércoles, 28. En el caso de Arousa, con «todas as grandes industrias paradas», afirma Tupi. Y de no haber avances en positivo, la huelga y las movilizaciones se repetirán el próximo mes, los días 6 y 7 y 12 y 13. Todo dependerá, sostiene Xan Bouzas, de la voluntad de la parte empresarial: «A patronal ten que tomar nota e se quere resolver o conflito, está na súa man. Nós sentarémonos de novo —la mesa de negociaciones no se reúne desde el día 19—, pero só se é con vontade de avanzar».