Viéitez no ha meditado todavía su voto, pero se muestra satisfecho con la gestión de Giráldez en la mancomunidad

AROUSA

La creación de Mar de Santiago tiene una base puramente política, que nace de aquel desencuentro en la Mancomunidade do Salnés. La diputada socialista Laura Gallego instó en diciembre al Parlamento de Galicia a reclamar la reincorporación de Vilanova al geodestino de O Salnés y poner fin a una ruptura que consideraba absurda. Fue Elena Suárez, parlamentaria del PPdeG y recién elegida concejala en Vilagarcía, quien le respondió en nombre de la formación conservadora. Suárez alegó que el proyecto de Vilanova, Valga, Pontecesures y Catoira no vulneraba la ley, y la petición fue rechazada.
El factor político vuelve al primer plano de la actualidad al hilo de los resultados electorales del domingo. Por lo que respecta al futuro de Mar de Santiago, pero también de la propia mancomunidad, que debe renovar sus órganos de gobierno. Ahora, como hace cuatro años, el papel de Carlos Viéitez y la formación independiente que fundó tras ser expulsado del PP, Veciños de Meaño, es crucial. Su buen resultado le garantiza al regidor meañés su presencia como alcalde en la asamblea de la entidad, además de un segundo vocal y la posibilidad de pactar con el BNG un tercer representante. En cualquier caso, esos dos primeros votos gastarían para que Marta Giráldez continuase como presidenta, en caso de que decida apoyarla.
«É unha cuestión que aínda non analizamos», señalaba ayer Viéitez, que precisa que debe meditar todavía el sentido de su respaldo. No obstante, el alcalde de Meaño es un entusiasta defensor de la mancomunidad: «É unha institución eficiente e eficaz, moi importante; creo que é necesario que entre todos traballemos para mantela viva e en bo funcionamento», apunta. En cuanto a los últimos cuatro años, en los que Marta Giráldez ejerció la presidencia, el regidor en funciones asegura que está satisfecho con el trabajo que se ha llevado a cabo bajo el mandato de la alcaldesa socialista de Meis, con la que le une «unha magnífica relación».
La mancomunidad es un organismo de vital importancia para O Salnés. A una estrategia turística que mantiene a la comarca como el primer destino del norte de la península se suma el suministro de agua potable, un parque de maquinaria en constante funcionamiento, un plan de empleo, la lucha contra la velutina o la recogida de basura en Vilanova, Cambados y Meis, entre otros muchos servicios básicos.